El Rayo Vallecano, un recién ascendido a Primera División, está en las semifinales de la Copa de Rey. Lo que Andoni Iraola está haciendo con este equipo no tiene ningún sentido. En liga, el Rayo se encuentra octavo a solamente tres puntos de Europa y, en copa, ya son uno de los cuatro mejores equipos. Tan solo (nótese la ironía) han tenido que pasar 40 años para que los de Vallecas se plantasen a las puertas de una final de Copa del Rey.
El Estadio de Vallecas, por momentos, parecía más una guerra afición-directiva más que unos cuartos de final. Es sabido el tipo de afición que tiene el equipo madrileño y, ante las controvertidas decisiones que viene tomando la directiva del club, era predecible que esto iba a suceder. En lo deportivo, el Rayo fue superior al Mallorca y, aunque el árbitro anuló correctamente un gol del equipo bermellón todavía con 0-0 en el marcador, el Rayo reaccionó acertadamente. Óscar Trejo logró anotar desde el punto de penalti (44′) y el marcador no se movió más. Iraola sigue haciendo historia.
Por su parte, el Valencia también se clasificó para las semifinales tras vencer sufriendo al Cádiz. Pese a comenzar ganando con gol de Guedes, Eray Comert, una de las nuevas incorporaciones, cometió un penalti que Lucas Pérez logró convertir. No fue hasta el minuto 79 que Hugo Duro, asistente en el primer tanto, consiguió cabecear un centro al fondo de la portería de David Gil. El partido terminó con cierta polémica pues, tras la expulsión de Juan Cala por doble amarilla, tuvo un pequeño encontronazo con Diakhaby, un dúo ya conocido por la opinión pública. Con todo esto, Valencia y Rayo Vallecano a las semifinales de la Copa del Rey.
