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El plan saudí

Ni en los mejores sueños de los árabes presentes en el estadio King Fahd se habrían imaginado un guion del calibre del Betis vs Barcelona de Supercopa. Lo que se preveía como un partidazo igualado entre dos equipos de calidad terminó siendo un intercambio de golpes que tuvo que ser saldado en penaltis, de la misma forma que la otra semifinal entre Valencia y Real Madrid.

El inicio del partido parecía un calco del Atleti-Barça de hace unos días: dominio culé y un tanto entes del minuto 25, un gol de Pedri que fue anulado por un fuera de juego milimétrico de Raphinha. Tras el gol, que esta vez no contó, se nivelaron las cosas. El Betis comenzó a asomar la cabeza, asociarse bien y a tener ocasiones, todas desbaratadas por un grandioso Ter Stegen, sin duda MVP del partido. El reconocimiento oficial se lo terminaría llevando Pedri, aunque el propio canario reconoció que debería haber sido para el portero alemán. Poco antes de terminar el primer tiempo, Lewandowski logró anotar el 0-1 y poner por delante a los de Xavi. Por cierto, Lewy estuvo errático durante todo el encuentro, fallando ocasiones que habitualmente transformaría sin mayores dificultades e incluso con errores en el pase. Se le notaba la frustración tras cada error y el enfado que tenía consigo mismo. Y aun así estuvo cerca de irse con dos goles.

Nos fuimos al descanso con el Barça por delante en el marcador. En la segunda mitad, no fue hasta el minuto 77 que Fekir logró igualar la contienda a pase de Luiz Henrique. Vaya partido el del brasileño, que terminó con unos calambres de no poder moverse. Cada vez que el balón rondaba su área de influencia se activaba con la fuerza que sus músculos le permitían, pero en cuanto se alejaba un poco los gestos de dolor en su cara y en su forma de andar eran evidentes. La alegría verdiblanca duraría poco, pues tan solo cuatro minutos después Lewandowski volvió a poner en ventaja al Barça. La alegría que poco le duró al Betis se tornaría en contra de los culés y sería a ellos a los que les duraría menos todavía, pues nuevamente fue anulado por fuera de juego, esta vez de Ferran Torres. Faltaban menos de 10 minutos para el final y nadie pudo volver a desequilibrar la balanza. Nos íbamos a la prórroga.

Desde que Ansu Fati comenzó a encadenar lesiones hemos visto como un jugador excepcional bajaba su nivel considerablemente. Sea por estado físico de las partes afectadas o por falta de confianza, es evidente que no es el mismo. Más lentamente de lo que muchos desearíamos, la joven perla blaugrana va recuperando su mejor nivel, y pese a que no hizo un partido antológico, anoche marcó uno de esos goles que nos recuerdan al Fati pre lesión. En el 93′ logró conectar una volea con la pierna izquierda a la perfección y enchufarla en el palo largo, un golpeo con una dificultad altísima. En el momento significaba la clasificación a la final y, aunque no terminaría siéndolo, es un gol de los que dan un subidón de confianza. Porque es un golazo. Si alguien que está leyendo estas líneas no lo ha visto ya está tardando. Fue precioso, y más viniendo de quien viene. Además, según Mister Chip, fue el primer gol en una prórroga en la historia de la Supercopa de España. Pero la cosa no quedaría ahí.

Loren Morón, otra vez a pase de Luiz Henrique, puso el 2-2 y devolvió la igualdad al marcador una vez más. Y de tacón. Aquello parecía el partido sin fin, incluso me hizo acordarme de la final de la Copa del Mundo en la que Francia logró empatarlo hasta en tres ocasiones. Ahora sí, la balanza se mantuvo estable y nos fuimos a los penaltis. Los cuatro primeros fueron dentro, dos para cada equipo, pero en el quinto salió a relucir una figura: Marc-André Ter Stegen. En los 120 minutos de juego ya había salvado más de una de las que se cantan gol antes de tiempo, fácilmente dos o tres, pero es que en la tanda de penaltis volvió a ser héroe. Le atajó el lanzamiento a Juanmi en el tercer penalti verdiblanco y, mientras los tiradores culés anotaban todos, paró también el cuarto, esta vez de William Carvalho. Pedri marcó el cuarto y definitivo.

No sin sufrir, pero el Barça se clasificó para la final de la Supercopa de España. Se enfrentará al Real Madrid, que también sufrió en su semi y tuvo que vencer en los penaltis. Tendremos Clásico en la final. Los saudíes no podrían estar más contentos pues tienen lo que querían. La magnitud de ambos clubes se hizo notar en ambas semifinales en las que tanto Valencia como Betis fueron pitados en ciertos compases del partido. No todos los días se juega una final por un título, y este domingo tenemos una. Digan lo que digan, la Supercopa es un trofeo y todos la quieren ganar. Al fin y al cabo, un título es un título.

Imagen de cabecera: Getty Images

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