Los Real Madrid-Sevilla se han caracterizado en los útimos 15 años por ser partidos reñidos, con mucha emoción y, sobre todo, muchos goles. Da igual el nombre del entrenador, del portero o del delantero, porque cuando el cuadro nervionense se enfrenta al Madrid la ilusión se multiplica por mil.
Dos de las bestias negras del conjunto blanco siempre fueron Renato y Kanouté. En este partido disputado el 7 de diciembre de 2008, el equipo de Manolo Jiménez venció por 3-4 en una actuación memorable en el que tanto el maliense como el brasileño anotaron, además de Adriano y Romaric. Por el Madrid marcaron Raúl, Gago e Higuaín, y Arjen Robben fue expulsado.
Esa victoria en el Santiago Bernabéu permitió a los sevillistas adelantar al Real Madrid, que acabaría la jornada quinto en la tabla. La grada pidió la dimisión de Ramón Calderón y Schuster comenzó a cimentar su despido, que llegaría poco después.