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El nuevo proyecto del RC Deportivo

El Real Club Deportivo de la Coruña se encuentra sumido en una crisis deportiva e institucional difícil de revertir. Desde su vuelta a la élite del fútbol español, el conjunto coruñés no para de acumular desilusiones y malos resultados. La afición, uno de los valores más importantes del club, cansada de sufrir. 

Todo proyecto tiene una cabeza visible. En este caso no iba a ser menos y Tino Fernández, como presidente de la entidad blanquiazul, es el principal responsable de un plan que nunca llegó a despegar. El cambio, para que está situación no se vuelva a repetir, tiene que ser tajante. 

A lo largo de este texto os contaré cuales son para mi los pilares para que un proyecto funcione. Una entidad deportiva no es una empresa. Va más allá y son muchos los factores que influyen en la buena gestión de un club. 

1. Elecciones anticipadas

Parece imposible pensar que un fracaso tan estrepitoso como puede ser un descenso a segunda división no tenga consecuencias directas sobre sus máximos responsables.

Unas elecciones anticipadas son necesarias por una simple razón: la afición tiene que ser la que elija el futuro del club. Los accionistas tienen derecho a barajar los diferentes proyectos que se presenten. El futuro está en sus manos. Y sí, Tino puede volver a ganar. Pero con las cartas sobre la mesa, son ellos, los deportivistas, los que deben decidir el rumbo del club. 

2. Dirección deportiva

El Deportivo ha pecado estos últimos años de contar con una dirección deportiva extremadamente corta para un equipo de primera división. Cualquier entidad deportiva de primer nivel cuenta con un organigrama amplio en esta parcela, que le permite llegar a todos los mercados. 

Este punto es muy importante. No se trata de fichar mucho, ni incluso traer a los mejores. Lo importante es  ver las oportunidades de mercado y traer a jugadores que aporten valor al club. Un  futbolista puede tener carencias en una faceta del juego pero ser un excelente lanzador de faltas, un capitán envidiable o un muro en defensa. Una dirección deportiva tiene que conocer el club y cuales son sus carencias. Saber gestionar el presente y el futuro de la entidad, incorporando jóvenes promesas y contando con jugadores experimentados en plantilla, acordes al objetivo. 

Uno de los principales errores que se cometían es no tener en cuenta las necesidades del entrenador. Si Pepe Mel te pide un portero, fichas un portero. Una vez que confías en él, tienes que darle lo que pide para que puede desarrollar su juego. Si no tienes en cuenta la opinión del director de orquesta, lo normal es que el concierto sea un desastre. 

3. Cantera

En los últimos años se ha producido un desarraigo del club. La falta de canteranos en la primera plantilla del equipo ha provocado una falta de identidad sin igual. Esta temporada, sin referentes en el equipo, la unión con el público ha sido desastrosa. Lucas Pérez, cabeza visible del proyecto de Tino, no logró en la afición el sentimiento de pertenencia que se tiene con otros jugadores como Álex Bergantiños. 

Es un punto que tiene que ir por etapas. Paso a paso. La próxima temporada, el Fabril, que está realizando una excelente temporada en Segunda B, tiene que ser una pilar importante. Los beneficios de contar con un buen filial son múltiples. Ahorras dinero, ya que las fichas suelen ser más bajas, consigues a jugadores con ilusión y ganas de comerse el mundo, que conocen el club, lo que representa y te da rendimiento deportivo y económico. Un jugador que suba desde el filial es presente y futuro del club que, además de ayudarte a lograr el objetivo puede ser un futbolista por que puedas sacar un gran rendimiento económico. Por desgracia, en un club con problemas económicos como el Deportivo, es un factor importante. 

El Fabril es una realidad y el Juvenil está llamando con fuerza. Pero cantera y filial no son lo mismo y no siempre van de la mano. Hay que tener un trabajo de años en esta parcela para que funcione como un reloj suizo. Los generaciones que vienen tienen una mayor motivación al ver que su esfuerzo tiene recompensa y que llegar al primer equipo no es una utopía. Tener al filial en Segunda B es importante pero no es excusa para no subir jugadores como muestran clubes como el Espanyol, Málaga o Levante. 

4. Entrenador contrastado en la categoría 

Esta temporada el equipo coruñés ha pasado por tres entrenadores distintos. Salvo Pepe Mel, dos de ellos no tenían experiencia en primera. Sea en Segunda o en Primera división, si se obra el milagro, el conjunto herculino tiene que contratar a un entrenador acorde al objetivo. No hace falta fichar a un Ferguson, ni jugar como Pep Guardiola. Hace falta alguien que conozca la categoría y el equipo. Su historia y sus expectativas. Un entrenador para dar el salto y tener estabilidad a medio plazo. 

Puedes tener una gran plantilla pero sin un buen entrenador el equipo no va a funcionar. Es un punto en el que no se debe arriesgar, aún más en situaciones como esta.  Además, como ya explicamos en otro punto, el entrenador tiene que ser parte importante a la hora de decidir los fichajes del club. El míster y su grupo de trabajo son los realmente conocen lo que necesita el equipo. 

5. Limpieza, sí, pero bien gestionada

Tras una temporada de pesadilla es necesario hacer una limpieza. En la mente de los aficionados está una frase: “Todos fuera”. Sea en primera o en segunda hacer una limpieza total de la plantilla es un riesgo. Juegan muchos factores: la confianza, el rendimiento de tus compañeros, el ambiente de la afición, los resultados, etc. 

En Valencia, la temporada pasada, estaban deseando vender a jugadores como Parejo o Rodrigo. Hoy son piezas claves de un equipo que funciona al perfección y acaban de ser convocados con la selección española. Muchos jugadores del Deportivo tendrán que salir pero no todos. Aunque ahora no lo parezca, muchos que hoy son cuestionados, tienen nivel suficiente para primera. 

Aquí hay otro problema: la gestión económica. Si la gente sabe que vas a vender, van a ir a buscar el mejor precio. Malvender a tus jugadores no es la solución. En un hipotético descenso a segunda es importante contar con varios jugadores de la primera plantilla. Por los que no se consigan buenas ofertas, se debe cederlos a equipos de primeras divisiones. En caso de ascenso, esos jugadores pueden volver para formar parte de la plantilla con rodaje en la élite o, si hacen una buena campaña en su nuevo club, se puede lograr un venta por una oferta razonable. 

6. El “Morales” del Deportivo

Esto es más pensando en un descenso a segunda pero también es válido para primera. Contar con jugadores que en segunda marquen la diferencia y que sean perfectamente válidos para primera. A estas alturas es difícil saber quien se quedará en caso de bajar pero para mi un ejemplo sería Fede Cartabia. Un jugador que luchó por fichar por el Deportivo, con calidad para jugar en primera y que en segunda te daría un salto de calidad respecto a otros equipos. 

No tiene que ser solo un jugador. En el Levante el año pasado destacaron mucho en Morales y Roger. En este caso puede que otro jugador consiga ganar la confianza para ser determinante en la categoría de plata del fútbol español. Esto podría ocurrir, por ejemplo, con un jugador como Borja Valle. 

7. Plantilla corta pero con calidad

Otro de los problemas de este año: la amplitud de la plantilla. A principio de temporada Pepe Mel quería pocos jugadores en nómina y acabó contando con muchos más de los que pedía. Tal es el punto que el club gallego va a acabar el año con tres laterales derechos y hasta enero con tres izquierdos. Mención aparte merece el tema de la portería pero eso da para un artículo propio.  

Aquí entran varios factores. El primero, lo tratado en los puntos anteriores: una base de calidad y un par de jugadores que marquen la diferencia. Una plantilla que alterne jugadores con experiencia en la categoría y jóvenes promesas. Una buena dirección técnica, que peine todos los mercados tiene que incorporar un par de jugadores jóvenes, pensando en el futuro del club. 

Otro punto: los cedidos. Cuantos menos mejor. Un cedido es una oportunidad de mercado. Un jugador imposible por tus pretensiones económicas pero que necesita un empujón en su carrera. Tiene que aportar mucho valor al equipo y ser determinante. 

Hasta aquí tenemos ya una parte importante: un pequeño bloque de este año y los fichajes. El resto, lo que hablamos en los primeros puntos: la cantera. Varios jugadores tendrán que subir. Tino había fijado para las próximas temporadas un número de jugadores que tendrían que subir todos los años. 

Cuando tengas una necesidad, bien por lesiones, sanciones o por mal rendimiento, siempre tienes fichas libres con las que jugar. Puedes subir a jugadores del filial para ciertos partidos o en invierno, si una posición necesita retoques, tienes margen.

¿Qué es lo consigues con esto? Un bloque. Fichar a doce jugadores por temporada no es la solución. Necesitas un bloque firme, como crearon el Eibar, Girona o Leganés. 

8. La afición. 

La afición responde al nivel deportivo pero no hace falta ganar para que tu masa social anime y responda. Solo tienen que ver compromiso. Que los jugadores suden la camiseta como lo harían ellos. Quieren ver presión, orgullo y ambición. Los últimos años han crispado a una afición que pese a estar hundida en el fango seguirá remando para sacar esto adelante.

Riazor también juega y tiene que ser una caldera. Un lugar donde todos animen al unísono, sin divisiones. Un lugar donde los silbidos se conviertan en aplausos y las derrotas en victorias. Riazor tiene que volver a ser nuestra casa, nuestro templo y dejar de ser la cárcel de nuestras pesadillas. 

A nivel social, el club tiene que ser ambicioso el año que viene. Recuperar masa social y especialmente en caso de descenso a Segunda, tener una oferta que mantenga a los socios actuales y consiga mover a un gran numero de aficionados. El Levante, el año pasado, decidió regalar el abono en caso de ascenso a todos los abonados que fueran a 18 de los 21 partidos en casa en Segunda. Otro ejemplo es la Cultural Leonesa, que en su ascenso a Segunda decidió premiar la fidelidad y dar descuentos, cada vez mayores, a los que eran abanados del club desde Tercera y Segunda B. Es el ejemplo a seguir. 

Estos son solo algunas bases pero hay mucho más, tanto a nivel deportivo, como económico, institucional o social. El RC Deportivo necesita un cambio. Empezar casi de cero. Un obligado retroceso. Un paso atrás para dar dos hacia delante. Un cambio de rumbo hacia la estabilidad. El camino de vuelta a la gloria. 

Fútbol como forma de vida. Colaborador de varios medios digitales como Los Otros 18, Mundiario o DeporSempre. Twitter: @Aldo_Vazquez1

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