Se llama Santo Condorelli y antes de cada prueba , mira a su padre y le dedica una peineta. No, no están peleados, es una especie ritual que le trae suerte.
Este martes 9 de agosto será su debut en los Juegos Olímpicos de Río, en la modalidad de 100 libres masculinos. ¿Se atreverá a hacerlo en la mayor competición y ante millones de miradas?