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El Mundial de Clubes y la presión

Una de las situaciones más aburridas en el periodismo deportivo patrio es la del Mundial de Clubes cada año. Dependiendo de lo que diga la línea editorial el torneo será el «Mundialito» o el «Mundialazo«. Todo obedece a qué equipo europeo está disputando la competición. Es gracioso que en el fútbol se elogie la capacidad de los futbolistas a ser camaleónicos porque en otros aspectos de la vida, como en el propio periodismo o en la política, es algo que no suele ser bueno. De todas maneras, aunque ayer dijeras digo y hoy digas Diego, la reputación del escribidor o el político sigue siendo buenísima. Olvidamos rápidamente.

Carlo Ancelotti sabe que en Rabat se juega el prestigio. No hay nada mejor que ser campeón del mundo, imagino, pero caer ante el Al-Ahly y tener que jugar el tercer y cuarto puesto habría sido casi humillante. El Real Madrid despejó esa presión y consiguió sellar ayer su lugar en la final. «En estos partidos se tiene más que perder que ganar y hay que prepararlos bien y no relajarse», dijo el técnico italiano. Fue una buena noticia para algunos futbolistas de la plantilla que recuperaron sensaciones y para jóvenes como Arribas, que marcó su primer gol en el primer equipo.

Fede Valverde, tras reconocer que no había vuelto bien después del Mundial, se liberó con un tanto que ayudó a su conjunto a vencer. No podía esconder su sonrisa al terminar el envite: «Agradezco a mis compañeros que me están ayudando en este momento que no es tan bueno. Siempre están ahí para darme una palabra de aliento. Fue muy especial convertir el gol y festejar con ellos. Ahora tenemos que descansar y trabajar bien para ganar la final», aseguró el centrocampista.

Ahora queda el último paso. El Al-Hilal, club saudita, querrá despertar el espíritu de Renard, el seleccionador que inspiró al combinado nacional a ganar Argentina. La hazaña sería similar. Los merengues, en cambio, sienten la necesidad de ser campeones del mundo. No levantar el título que los acredite como reyes del planeta será un problemón. Que viva el Mundial de Clubes.

Imagen de cabecera: @RealMadrid

Martorell (Barcelona), 1996. Periodista freelance. Amante del fútbol y loco por la Premier League. En mis ratos libres intento practicarlo.

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