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Ciclismo

El monumental Peter Sagan

La reacción a cualquier triunfo de Peter Sagan es similar a la que tuvo el mundo del ciclismo tras su triunfo en el último Mundial disputado en Richmond: siempre que gana Sagan -y siempre que corre- honora este deporte tan maltratado y autolesivo que es el ciclismo.

Un ciclista que compite por y para el espectáculo, que nunca se deja nada en el bolsillo, que no duda cuando tiene que atacar, cuando tiene que responder, cuando tiene que dar la cara. Y que, gane o pierda, nunca pierde su estilo. Es más, lo practica con más ahínco en busca de la perfección del triunfo. Para él y para quien lo ve.

Durante dos años, el sambenito de los segundos puestos le ha perseguido de manera insistente y, por otra parte, lógica: hasta 26 veces ha rozado el triunfo en el último año y medio. Aunque en este período ha conseguido también dos de las victorias más prestigiosas que puede tener un ciclista en su palmarés. Primero, el Mundial. Ahora, el Tour de Flandes.

Tras ganar brillantemente por segunda vez en la Gent-Wevelgem, Peter Sagan volvió a presentarse al Tour de Flandes con la losa de tener que ganar aun su primer Monumento con 26 años pero siempre con el cartel de máximo favorito. Y sin perder ni un ápice de su estilo, esta vez triunfó de manera irrefutable.

 

Estuvo impecable en los dos momentos clave de la carrera. Primero, cuando se escapó a 30km de meta junto a Kwiatkowski, luego alcanzados por Vanmarcke; Cancellara no respondió en primera persona y su compañero Devolder se desfondó. Luego, cuando ya en los últimos kilómetros, soltó de rueda de manera brillante a Sep Vanmarcke en el Paterberg.

Triunfar en el Tour de Flandes con el maillot arcoiris, en la edición 100 de De Ronde, en una carrera que pese a ver su recorrido algo descafeinado en los últimos años continúa manteniendo ese valor que dan la historia y el ambiente, está al alcance de pocas leyendas del ciclismo. Y Peter Sagan forma parte, con todo merecimiento, de ese club.

Un último apunte. Sin duda una de las mayores alegrías que dio el Tour de Flandes fue el 7º puesto de Imanol Erviti. El ciclista navarro se coló en la fuga desde por la mañana, trabajó de manera admirable para mantenerse en las primeras posiciones hasta la fase decisiva de la carrera, codeándose con Cancellara y Terpstra en el adoquín. De este modo, ha entrado en la historia del ciclismo español con la segunda mejor actuación en De Ronde, solo superado por el podio de Juan Antonio Flecha en 2008. Monumental Erviti.

Madrid, 1993. Oscense de adopción. Editor en @SpheraSports. Combino Calcio y ciclismo con todas las consecuencias.

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