Las caídas de los grande suelen ser más notables, con más renombre de lo normal a nivel popular. Son los inalcanzables, los intocables, los que parecen vivir en otra parcela, en otro mundo con otros valores y privilegios.
El Manchester United es uno de los clubes más importantes del fútbo británico y europeo, sin lugar a dudas. Una de las potencias deportivas y económicas de las que se espera año tras año los mejores resultados. Con una plantilla siempre competitiva, a priori, y con uno de los presupuestos más elevados del fútbol mundial, no han vivido sus mejores momentos.
Tras la polémica etapa de David Moyes en Old Trafford, que tuvo la gris consecuencia de no clasificarse para Europa en la presente edición, tocaba faena pesada, tocaba gestionar un proyecto hundido, sacarlo de nuevo a la superficie y hacer que de nuevo acabara llegando al puerto final para, entonces, sonreir y descansar tras la complicada tarea.
El pasado verano movieron fichas en la zona roja de Manchester. Sin duda alguna, pero los resultados en el inicio de temporada trastocaron todo. El Manchester United de van Gaal empeoraba al de Moyes, y con el acento de una inversión multimillonaria que hacía esperar de todo, menos eso.
Sin embargo, tras la tormenta viene la calma, tras la dura caída los grandes reflejan su poderío en la capacidad de reacción. Y así está ocurriendo las últimas semanas en la Premier League. Los Red Devils han retomado el buen camino, la senda lisa alejada de las piedras, y su dinámica de resultados ha mejorado notablemente.
El Manchester United es tercero en la Premier, con 31 puntos de 48 posibles, y vive su mejor estado de forma desde los últimos años. Los de van Gaal han renacido deportivamente, y ya suman 6 victorias de forma consecutiva, devolviendo a la potencia a su lugar competitivo, devolviendo una sonrisa olvidada en la grada para hacer, por fin, que todo fluya como el mejor de los días.
Incluso su capitán, el omnipresente Wayne Rooney, ha afirmado esta semana, tras la contundente victoria contra el Liverpool en el gran clásico inglés, que van a pelear por el título, pese a que parezca que Chelsea (líder) y Manchester City (segundo) parezcan estar en la zona alta y la pelea sea cosa de dos.
La distancia respecto a la primera posición es de 8 puntos. Quizás sean palabras mayores teniendo en cuenta el gran nivel de sus rivales, pero lo cierto es que la distancia es corta teniendo en cuenta todo lo que todavía está en juego en la Premier League Inglesa.
El United vive el mejor estado de forma en sus últimos años. Con la estabilidad deportiva ya impuesta y consolidada con los últimos 6 triunfos, llega el momento de seguir asentando, buscando certificar lo antes posible el objetivo de volver a la Champions League la próxima temporada, e ir poco a poco analizando sus posibilidades reales de aspirar al título.
Corren buenos tiempos en Old Trafford. Los Red Devils vuelven a sonreir, y la vuelta de una potencia británica y europea, parece, es un hecho.
