Durante la última rueda de prensa de Marcelo Bielsa, su traductor personal tuvo un lapsus delante de los periodistas. Acostumbrado a traducir las preguntas del francés al español, uno de los periodistas presentes realizó la pregunta directamente en español, pero el traductor no cayó y volvió a traducirle al español una pregunta que ya había entendido. Las risas acompañaron al lapsus y el propio entrenador pidió aplausos.