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Fútbol Español

El lado oscuro de la jornada 18 de Liga

Infierno. Puede que hiciera el mejor partido de la temporada, y lo hizo en el Vicente Calderón, campo del actual líder de Primera. Y aun así, perdió. El Levante está condenado a Segunda División y parece que ni Rubí es capaz de remediarlo.

Tormenta. El Madrid debía ganar en Mestalla y no lo hizo. Perdió la oportunidad de recortar puntos a Barça y Atlético y Benítez, ya colgando de un hilo, fue finalmente abocado a la destitución. El entrenador blanco se marcha del Madrid sin dar rueda de prensa, igual que el que le ha echado. La imagen del Real, por los suelos.

Penumbra. El Sporting sumó una nueva derrota en casa ante el Getafe que le mete en puestos de descenso. Ni adelantarse en el marcador fue suficiente para rascar algún punto que les sirva para recuperar la ilusión. Los asturianos han perdido seis de los últimos siete encuentros de Liga.

GIJON, SPAIN - JANUARY 04:  Ivan Cuellar of Real Sporting de Gijon reacts during the La Liga match between Real Sporting de Gijon and Getafe CF at Estadio El Molinon on January 4, 2016 in Gijon, Spain.  (Photo by Juan Manuel Serrano Arce/Getty Images)

El gatillazo. La MSN se estrelló en Cornellá. Un tridente que llevaba marcando goles como churros durante toda la temporada, fracasó por primera vez ante el Espanyol, el único rival al que no ha conseguido marcar. Messi, Suárez y Neymar no pudieron hacer nada ante una buena defensa perica y los postes, que se aliaron con Pau López.

El ‘malo’ de la película. Ha pasado de ser el salvador a la cara visible de que el Betis no funciona. El conjunto verdiblanco perdió 0-4 en el Villamarín ante el Eibar y lleva sin ganar un partido en casa desde el 12 de septiembre (1-0 a la Real Sociedad). La afición bética empieza a entonar el ‘Mel vete ya’.

Silbato oxidado. Fernández Borbalán no vio un tremendo golpe de Areola sobre Arribas que debió ser penalti, y sí voy el que supuso el segundo gol del Villarreal en Riazor, en el minuto 93, que dio la victoria a los amarillos sobre el Deportivo.

Alicante, 1991. Mi madre siempre me decía: "No sé por qué lloras por el fútbol, sino te da de comer". Desde entonces lucho por ser periodista deportivo, para vivir de mis pasiones (y llevarle un poco la contraria).

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