Dani Alves tuvo que salir del terreno de juego frente al Manchester City lesionado en el partido más esperado de las últimas semanas. El lateral brasileño, que tiene un futuro incierto dentro del club, no se fue demasiado contento. Al menos es lo que se deduce viendo su reacción al llegar al banquillo, golpeando bruscamente una botella de agua, que incluso asustó a policias presentes en la salida del túnel de vestuarios.