Vayamos
mentalizándonos. Todo apunta a que Andrés Iniesta no vestirá la camiseta del Barcelona
la próxima temporada, muy a pesar de todos los culés. Y con él se irá un
pedacito de nuestro amor al club de nuestras vidas. Igual que cuando Carles
Puyol o Xavi Hernández dejaron el club, o cuando lo hagan Gerard Piqué, Sergio
Busquets o Leo Messi.
Será
imposible volver a tener un centro del campo con la calidad del de Sergio,
Andrés y Xavi. Tres jugadores que han mamado el ADN Barça desde bien pequeños.
Tres jugadores que combinaban entre ellos casi con los ojos cerrados. Tres
jugadores que formaban el centro del campo más laureado de la historia del
Barça y de la Selección española.
Jamás
volverá a coincidir una generación de tales características en la Masia
azulgrana. Muchos han sido los pretendientes a ocupar el trono del
centrocampista: los hermanos Dos Santos, los hermanos Alcántara, Sergi Samper…
Todos ellos, por h o por b, no han conseguido convertirse en los herederos legítimos.
Pero, si
nos centramos en el futuro más inmediato: ¿quién puede ser el relevo natural de
don Andrés? El primer nombre que nos viene a la mente es Philippe Coutinho. Por
calidad, rendimiento y proyección tiene todas las papeletas para acabar
ocupando el interior izquierdo cuando el manchego abdique. Desde el club
parecen no tener suficiente porque el fichaje de Arthur está –prácticamente–
cerrado para el próximo mercado estival. Toquemos madera para que no se una al
clan “Henrique-Keirrison”.
Mientras
tanto, Carles Aleñá continúa dando pasos agigantados y saltándose fases del proceso
de aprendizaje; tanto que la Liga 123 empieza a quedársele pequeña. Su trato
exquisito con el cuero, su visión de juego milimétrica, su zurda privilegiada y
su llegada al área demoledora hacen de él un alumno superdotado. El ‘10’ del
filial acumula nueve goles y cuatro asistencias en la Liga, es decir, por sus
botas se han creado el 36% de goles del equipo. He aquí el verdadero sucesor de
Andrés Iniesta.
A golpe
de talonario el riesgo disminuye, pero el mérito también se reduce. Las
exigencias del equipo obligan a ser cada vez más resultadistas y buscar rendimiento
inmediato en las incorporaciones. Sí, el fichaje de Coutinho es de los mejores
de los últimos años, pero porque ya llega para ser titular –casi– indiscutible.
Ahora bien, el club debería volver a apostar por la cantera en vez de sacar a
pasear el talonario y fichar a suplentes sin nivel para competir contra los
titulares.
Está
claro que Carles no está para ser el heredero de Andrés hoy, ni mañana ni
pasado. Sin embargo se le debería ir preparando para el día de su coronación
haciéndole entrar en las rotaciones de Ernesto Valverde. El corazón me dice que
la temporada que viene formará parte de la plantilla del primer equipo y con un
rol de aprendizaje y maduración. La razón me dice que acabará cedido en algún
equipo luchando por la permanencia y que, pese a ser el candidato mejor
preparado, su investidura no llegará a celebrarse.