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Bundesliga

El gregario y el guante

Esta no es una historia de ciclismo, ni de boxeo, pero son deportes que se mencionan. Tampoco tiene que ver con el atletismo, aunque las carreras estén presentes. Solo te pido que uses la imaginación y relaciones las dos palabras del título con los protagonistas a los que van relacionados para que puedas entender la intención de estas líneas.

Para empezar habría que explicar lo que significa ‘ser un gregario’. En el argot ciclista un gregario es aquel que se desfoga en las carreras, que da hasta la última gota de su ser para que el líder de equipo pueda optar a la victoria. Es un buen compañero, quien trabaja en la sombra y luego tiene resultados si cumple bien la función que le encomiendan. Si pasamos ese término al fútbol daríamos con alguien que lucha, que no da nada por perdido, que aporta su granito de arena para que el balón entre en la portería rival.  

Si buscamos a lo que sería un gregario en el diccionario fútbol y nos viniera una foto, esta seguramente tendría representado a alguien con el escudo del Bayern, alguien vestido de rojo, como Thomas Müller. El dorsal 25 bávaro es un jugador que cumple claramente esta función. Un futbolista que no destaca sobre el resto por su técnica, pero las lucha todas y, sobre todo, cada temporada se coloca entre los mejores asistentes de la liga. Y a pesar de que tuvo un bajón en su rendimiento hace no mucho, Flick le rescató para ser parte indispensable del sextete que consiguieron los bávaros la campaña pasada. 

Los números de Müller en cuanto a asistencias son impresionantes. Desde su primera temporada completa como profesional, la 2009-10, nunca ha estado por debajo de las once asistencias (en Bundesliga). Bueno, hubo una temporada en la que se quedó con siete. Fue en la 2015-16, con Pep Guardiola en el banquillo. Thomas se perdió aquel año solo tres partidos de Bundesliga por descanso, quedándose en el banquillo, en la última parte de la temporada. El otro partido que se perdió de la campaña fue la final de Champions, aunque también hay que recalcar que el Bayern no disputó ese último partido por haber caído en semifinales frente al Atlético de Madrid. 

Por otra parte, toca hablar de un objeto que forma parte de la indumentaria de los porteros en fútbol o, también, de los púgiles en los combates de boxeo. Los guantes son parte importante para los casos que acabo de nombrar, pero vienen al caso por algo ficticio, gracias a una expresión muy utilizada que habla de los pies de los futbolistas como guantes, a la hora de dar un pase preciso, que generalmente acaba en gol.

Pues bien, si Thomas Müller fue el jugador utilizado para hablar de gregarios, en el apartado de guantes habría que meter a Filip Kostic, el centrador en la sombra. Él era quien abastecía de balones desde la banda izquierda a aquel gran trío del Eintracht formado por Rebic, Jovic y Haller. Cuando ellos tres se fueron, las Águilas siguieron contando con sus centros y, gracias a eso, el serbio se ha convertido en uno de los mejores centradores del continente. Y es verdad que esta faceta suya no era mala antes de aterrizar en Frankfurt, pero con el juego de las Águilas su influencia en el juego fue cada vez a más. Kostic creció gracias al Eintracht y el Eintracht mejoró gracias a la aportación de Kostic. 

Filip Kostic, en acción durante un partido del Eintracht – ImagoImages

Así son Filip y Thomas, los dos mejores asistentes de la Bundesliga. Jugadores diferentes que llevan el pase en la sangre. Sin embargo, son distintos. La asistencia es su mejor recurso, pero el modus operandi no es el mismo. Y esto es fácil explicarlo si eres jugador habitual de videojuegos y usas un mando de consola. Para entendernos: Thomas Müller es el ‘X’ y Filip Kostic el ‘cuadrado’. El bávaro es capaz de llegar hasta las entrañas y dar el último pase a gol. El serbio, en cambio, es de esa especie de futbolistas que hacen fácil lo difícil. Como los golfistas que hacen un ‘hoyo en uno’, Filip y los de su misma clase colocan el balón donde quieren y generalmente la puntería no falla. Gente como Juninho Pernambucano o David Beckham hacían ‘trampas’ con ese guante lanzando faltas y Kostic también lo usa, pero para dar asistencias.

Imagen de cabecera: ImagoImages

Puerto de la Cruz (Tenerife), 1983. Bloguero en fase de evolución. Amante del fútbol global, blanquiazul de corazón y rossonero por aficción a este señor deporte. Conocido en el mundillo como "Humilde Aficionado". El balón, nuestro mejor amigo.

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