Cheick Tioté no se caracterizó nunca por hacer goles, era un mediocentro de recorrido pero al que el área contraria estaba practicamente cerrada a disparos desde larga distancia. El Arsenal ganaba en 2011 por 0-4 en St. Jame’s Park en uno de esos días en los que nada salía a las urracas.
Una relajación excesiva de los gunners y el coraje de los magpies llevaron en el minuto 87 a un 3-4 que daba esperanzas a los del norte de empatar el partido, así llegó este balón llovido para Tioté, que esperaba la contra rival y cuya volea se coló en la puerta de Szcezesny para el definitivo 4-4 en una de las mejores remontadas de la historia de la Premier League.