Síguenos de cerca

Otros

El gato de Anzing, Sepp Maier

Lenda KOSOWSKI – Todos los niños que quieren jugar al fútbol, normalmente, quieren ser delanteros. Todos quieren marcar goles y ser el centro de atención. Pero no todos pueden serlo. Se necesitan defensas, porteros, mediocentros… He aquí uno de esos casos en los que el talento innato de un chiquillo para atrapar la pelota fue más grande que sus ganas de marcar goles.

Josef Dieter Maier, o simplemente Sepp Maier, siempre cuenta cómo en el TSV Haar dónde empezó en su juventud, su entrenador le colocaba bajo palos. "Eres el más vago y el más gordo de todos, tú a la portería" relata el alemán que le decían sus compañeros. Fue entonces cuando empezó la historia de el que probablemente sea el mejor portero de la historia del Bayern München. Con solo quince años captó la atención del equipo muniqués y firmó en el '59 por las categorías inferiores del conjunto bávaro. Sólo tres años después debutaba con el primer equipo y se ganó la titularidad indiscutible. El ascenso a Bundesliga del Bayern en el 1965 afianzó al portero bávaro cómo el número 1 en el club RekordMeister.

Se recuerda a Sepp como una persona bromista, con sentido del humor, en lo concerniente a lo extradeportivo. En el campo muchos dicen que no han visto a nadie como él bajo las palos alemanes. Sus reflejos y su capacidad de reacción le llevaron a ser llamado el gato de Anzing. Siempre bien colocado para abarcar todos los posibles huecos de la portería, era un tormento para los delanteros que le encaraban, en el uno contra uno, él conseguía amedrentarles y taparles todos los huecos de disparo. Gritaba desde su posición al mismísimo Franz Beckenbauer. Él se encargaba de alzar la voz y chillar instrucciones al equipo.

La era Maier empezó en el 72, cuando el guardameta llegó a sus años más espléndidos. Él era uno de los tres ejes que constituían la apisonadora del Bayern München. Del 72 al 79 cayeron títulos como moscas, el Bayern dominaba Europa bajo la atenta mirada de Josef en portería. Y con él, Alemania vivió quizás una de las escenas más recordadas en la historia de la Mannschaft cuando en la Copa del Mundo del 1974, el gato bávaro atrapó a un pato que durante un partido se acercó demasiado a su portería.

Su palmarés es envidiable: 4 Copas de Alemania, 4 títulos de liga, 3 Copas de Europa, una Supercopa de Europa, una Intercontinental, la Eurocopa del '72 y la Copa del Mundo del '74.

Maier se retiró en el 1979, tras un accidente de coche en el que se desgarró el diafragma, sufrió conmoción cerebral y se rompió un brazo y varias costillas. Se fue del campo con el récord de 442 partidos de Bundesliga consecutivos jugados, cifra aún sin batir. "Antes de eso siempre decía: voy a jugar mientras Franz (Beckenbauer) y Gerd (Müller) puedan llevarme en silla de ruedas hasta la cancha" dijo a los medios.

Al recuperarse Sepp fue llamado a ser el entrenador de porteros de la DFB y en 2004 el club de su vida le colocó también al mando de sus guardametas. El fue entonces, el mentor de Oliver Kahn, la otra leyenda bajo palos de los bávaros. Maier fue el que recomendó a su pupilo para ser titular indiscutible con la selección de alemana, por encima de Lehmann en aquel entonces.

Maier dejó el fútbol de manera definitiva en 2008, "ahora solo juego un poco al golf y al tenis" dice él. Aunque todos buscan siempre su opinión sobre la portería bávara. Normal, él atrapó un pato casi al vuelo, dominó el área bávara como nadie, ¿qué portero no querría tener su visto bueno en alemania? Él es el gato de Anzing.

Papá de Miranda. Orgulloso hijo de gallego y asturiana. Dejé 13 años como abogado por fundar y dirigir Sphera Sports, con lo que ello supone. Asumo las consecuencias. Hice 'mili' en Pisa y en Bristol. Me gustan las orcas, los países escandinavos y un gol en el 90'.

Comparte la notícia

Comentar la noticia

You must be logged in to post a comment Login

Leave a Reply

No te lo pierdas

Más sobre Otros