Hecho surrealista en el partido que enfrentó al Concarneau y al Consolat en la Segunda B francesa. Un jugador del equipo visitante, al no poder aguantarse más, se puso detrás de una valla publicitaria y orinó allí mismo en pleno transcurso del partido.
No fue lo único raro que pasó. Uno de los porteros llevaba el dorsal ¡Pintado! en la espalda.