Hadrian DISTELMAIER – La Bundesliga, como marca, goza de un enorme prestigio a nivel mundial. Estadios llenos hasta la bandera así diluvie o truene, la economía responsable que emprenden sus clubes, el enorme respeto de las directivas y de la federación por la historia de los clubes, el reparto televisivo o los equipos, son algunos de los motivos por los que la Bundesliga tiene una buena imagen en el ámbito internacional.
Todavía queda un largo camino por recorrer para que sea conocida por más personas en más países, aunque eso no es motivo real de preocupación, ya que los clubes se han puesto manos a la obra desde hace unos años, alcanzando buenos resultados. En este clima de optimismo y crecimiento, aparece de repente, y sin previo aviso, algo que la mayoría de alemanes, donde me incluyo, rechazan de manera unánime y que es considerado como error mayúsculo, ya no solo del país, sino de la historia del mundo. Creo que todos imagináis de lo que estoy hablando: El nazismo. Ha invadido, disfrazado de grupo ultra, la escena futbolística en Alemania. Los clubes afectados lo han ignorado durante todos estos años por miedo a que afectara a la imagen exterior, pero los sucesos se han intensificado, no teniendo más remedio que empezar a actuar de oficio.
Uno de esos clubes que están en el ojo del huracán mediático, y como sabréis posiblemente, es el Borussia Dortmund. Según varios medios, Dortmund es la ciudad principal y foco de la escena de la ultraderecha. Además, se han producido cinco asesinatos y decenas de heridos graves por personas afines a esta ideología, por lo que destaca muy por encima del resto de ciudades alemanas.
SUCESO CLAVE
Hamburger SV y BVB se disponían a jugar su correspondiente partido de liga a finales de febrero de este año. Momentos antes de empezar el encuentro, se rindió homenaje con un minuto de silencio a Hermann Rieger, histórico masajista del HSV. Mientras discurría ese minuto de silencio, se oyó desde la grada borusser a un aficionado gritar “Heil Hitler!”. Seguidamente, fue localizado por la policía. El BVB, además, lo multó sin poder ir a un partido en el Signal Iduna Park hasta 2020.
Esto fue quizás la gota que colmó el vaso, por llamarlo de alguna forma. Se han llegado a ver pancartas de apoyo al NWDO (Partido ultraderechista de Dortmund) y saludos con el brazo derecho en alto en la Südtribune. En Donetsk, antes de comenzar el partido de octavos de final de la Champions League 12/13 entre Shaktar y BVB, dos miembros de “Fan Projekt Dortmund” recibieron una paliza de dos ultras de extrema derecha. Todas estas acciones se asocian al grupo ultra “Desperados”.
PROBLEMA CON DIFÍCIL SOLUCIÓN
El BVB para actuar se encuentra con una serie de problemas:
El club, como digo párrafos atrás, no actuó a su debido tiempo. Esto ha ocasionado que los integrantes de grupos como “Desperados” hayan podido hacer propaganda ideológica a través de la Südtribune, haciendo crecer al grupo. Dentro de todos los colectivos ultras, serán de los menos numerosos, pero no hay que obviar que ha tenido un crecimiento que invita a la preocupación.
El colectivo, además de hacerse más numeroso, participa activamente en el diseño y fabricación de tifos y mosaicos con dos grupos de peso dentro de la escena ultra del BVB: “The Unity” y “Jubos”. ¿Qué pasa? Que cualquier medida que se tome contra Desperados es protestada por ellos. No son afines a la ideología, como han declarado, pero han logrado estrechar lazos. Se lucha contra casi una grada entera.
El medio alemán Der Spiegel reveló, a través de un reportaje de investigación, que hay ultraderechistas que trabajan dentro del cuerpo de seguridad y de asistencia logística. De ese modo logran infiltrar materiales al estadio.
Claudia Luzar, investigadora sobre la violencia, declara que “sin el BVB, estos grupos no tendrían el apoyo que tienen hoy”. El BVB ya ha iniciado su campaña antifascista mediante un video que se publicó hace ya unas semanas y con folletos donde se explica la indumentaria o símbolos que utilizan estos grupos. Se esperan más medidas en un futuro no muy lejano.
EL BORUSSIA DORTMUND NO ES EL ÚNICO CLUB
El Eintracht Braunschweig aparece también en la lista que maneja la policía. Mientras que desde la directiva del club se asegura que no hay ningún problema con estos radicales, los hechos la contradicen. En 2013 hubo pelea interna: los ultras neonazis agredieron a los aficionados “de izquierdas” por enseñar banners que iban en contra de su ideología.
Otros equipos integrantes de la lista: Nürnberg, Hertha Berlin, Werder Bremen, Gladbach y Kaiserslautern, entre otros. Así hasta 16 clubes profesionales.
No es un suceso que haya trascendido demasiado fuera de las fronteras de Alemania. La Bundesliga debe seguir creciendo y seguir haciendo frente a este problema, que de no tratarse bien, podría desembocar en algo mucho más grave. Se vuelve a reabrir el debate sobre la política y el futbol. ¿Separadas o de la mano?
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