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El final de Leandro Trossard

Vaya por delante, como casi siempre, que aquí no leerás una exclusiva mundial. Simplemente, verás las sensaciones de un periodista que se rasga las vestiduras con algunas decisiones que se toman en el balompié de élite. Siempre se ha criticado a los representantes -el cáncer del fútbol, dicen- por manejar a sus representados como a ellos les apetece. Leandro Trossard, hace algo más de dos meses, le marcó tres goles al Liverpool en Anfield. Era una leyenda para los aficionados del Brighton, el conjunto con el que había crecido de la mano. Ahora parece que todo se rompe.

Las informaciones de los medios de enjundia lo escriben sin cesar: el belga se marchó de una sesión sin avisar a Roberto De Zerbi, por una lesión, y eso molestó sobremanera a su jefe. El italiano, que tiene una idea de juego diferente a lo que se suele ver por Europa, dijo en rueda de prensa que solo «quería futbolistas preparados para dar el 100%». Cabe recordar que este llegó hace unas semanas tras la marcha al Chelsea del ya discutido Graham Potter.

No tardó el agente en hablar para los periódicos de más tirada en Inglaterra: «En la previa contra el Middlesbrough Leandro ya había avisado de sus problemas en la pantorrilla dos veces. Esta fue la razón por la que dejó de entrenar. Esto se comentó con el personal médico. A través del preparador físico Leandro se enteró de que tenía que entrenarse por separado. El lunes pasado De Zerbi castigó a Leandro e indicó que no quería verlo más. Un entrenador que no se ha comunicado directamente con su jugador durante cuatro semanas es verdaderamente incomprensible. También es el entrenador quien ha señalado en varias ocasiones que un traspaso es la solución más razonable».

Es cierto que el propio De Zerbi ya ha confirmado a los periodistas que el habilidoso extremo «tiene la puerta abierta». Qué lástima: el balompié que profesa el reciente entrenador de los seagulls casa a la perfección con Trossard. Esta situación solo perjudica a los dos ya que el Brighton probablemente le venda por menos dinero de lo que vale y él tenga que ir, por las prisas de este mercado, a un conjunto de menos enjundia de lo que merece. Los que pensamos peor ya hemos dicho que es probable, por la celeridad de los hechos, que su representante tenga mucho que ver. Otros creen que es culpa del futbolista. Veremos, en los próximos meses, quién tenía la razón.

Imagen de cabecera: @OfficialBHAF

Martorell (Barcelona), 1996. Periodista freelance. Amante del fútbol y loco por la Premier League. En mis ratos libres intento practicarlo.

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