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El extraño caso blanquiazul. ¿Qué le pasa al CD Tenerife?

Lo que está pasando en la isla no es normal. O, mejor dicho, fuera de la isla. La temporada pasada, habiendo una plantilla quizás algo más débil que la de este año, el CD Tenerife se plantó en los play-off de ascenso a Primera División, de la mano de un entrenador con poca o ninguna experiencia previa, como José Luis Martí. No pudo ser. El equipo canario se quedó en la final, habiendo ganado en la ida al Getafe, pero saliendo derrotado del Coliseum Alfonso Pérez. Aquello fue un drama. Sin embargo, durante el verano parecía que todo iba a cambiar, desde el punto de vista deportivo. ¿Ha cambiado? A ratos sí, a ratos no. ¿Por qué?¿Qué pasa en la isla?

Se marcharon jugadores como Germán, Aarón, Amath, ‘Choco’ Lozano, Gaku Shibasaki… Gente que había hecho del club, un grupo muy fuerte en la segunda parte del campeonato. Se quedaron algunos. Concretamente, once jugadores de la plantilla pasada. Y en verano, con algo de dinero de por medio, se consiguió formar una plantilla compensada. Se quería tener fondo de armario y, supuestamente, el CD Tenerife lo había logrado, trayendo a jugadores como Samuele Longo, Filip Malbasic, Juan Villar, Bryan Acosta, Lucas Aveldaño o una segunda y mejor etapa de Juan Carlos Real… Incluso, se pudo mantener a gente importante como Dani Hernández, Jorge Sáenz o Aitor Sanz.

Celebración del 1-0 ante el Getafe en la ida de la final del play-off de ascenso la temporada pasada.

Que sí, que todo parecía que iba a cambiar. Esta 2017-18 iba a ser la temporada del regreso del CD Tenerife a la Primera División. Pero, pasados los meses, y tras un inicio más que interesante, la magia surgida en verano y con los primeros partidos de la temporada (sobre todo en casa), se ha ido borrando poco a poco. Se confía en la plantilla, pero los resultados están siendo algo nefastos, sobre todo, fuera de casa. En casa, al menos, no se ha perdido y, en muchas ocasiones, el equipo ha ganado con claridad. Y no hablamos solamente de números. Es cuestión de sensaciones.

Porque tras haber causado una buenísima impresión en Barcelona, en la primera salida liguera de la temporada, en la que se ganó con un claro y contundente 0-3, sin dar opción alguna al filial blaugrana, en el resto de salidas el equipo se ha ido de regreso a Canarias con el rabo entre las piernas. Ni en Valladolid, ni en Córdoba, ni en Lugo, ni Huesca, el equipo tinerfeño dio sensaciones de ser un club que opta a estar en Primera el año que viene. En Oviedo, Lorca y Sevilla, tampoco es que diera la sensación de que algo cambiara, pero al menos de esos campos se pudo sacar un punto que les sirviera para sumar que, al fin y al cabo, era lo más importante. Si no se ganaba, coge el empate y quédate contento.

Esas raras sensaciones adquiridas esta temporada como visitantes ligueros. Sí, digo ‘ligueros’ porque en la Copa del Rey, tanto Rayo Vallecano como Córdoba salieron derrotados, y con claridad, de sus enfrentamientos ante el Tenerife. El objetivo secundario de Martí era llevar la Copa al Heliodoro Rodríguez López y se consiguió. Aunque para ello se tuviera que llegar a una eliminatoria a doble partido. Pero volvamos al tema de las sensaciones. Parece que el Tenerife se ha vuelto adicto solamente a jugar en su campo. Que no hay mejor casa que la suya. Y aunque el extraño rendimiento de fuera de casa se ha contagiado para los partidos como local, la esperanza es, siempre, mantener viva la llama del Heliodoro.

Juan Carlos Real y Malbasic son dos de los hombres importantes del Tenerife esta temporada (imagen de Santiago Ferrero)

Y es que parece que les cuesta viajar. Hasta el año pasado, eran los rivales los que se quejaban del largo viaje que suponía venirse a Tenerife (como si la plantilla de Martí se teletransportara cada 15 días y no tuviera que soportar esos mismos trayectos durante unas 20 veces a lo largo de la competición). Pero en la isla no se quejan por eso. De hecho, no se quejan por nada. Simplemente, no les sale. Ver jugar al CD Tenerife fuera de casa es una desesperación. Juega más el rival y eso llega a poner caras largas en los jugadores, porque nada sale.

Gente como Filip Malbasic, goleador contrastado en su país, que demuestra su clase y su olfato goleador cada fin de semana, en casa, en muchas ocasiones, cuando juega fuera, está solo. Y qué decir de Samuele Longo. El italiano es un futbolista de Primera, ocasionalmente en Segunda División. Él lucha, él marca, él asiste. Pero cuando las cosas no salen, se le ve perdido. Y eso que a ganas puede que no les gane nadie a los miembros de la plantilla del CD Tenerife. Sin embargo, las cosas no salen, sobre todo, fuera de casa y eso es algo que penaliza si un equipo quiere llegar a lo más alto. Porque desde la isla ven como sus rivales suman y como, cada jornada, ellos se van quedando un poco atrás.

En Huesca, nuevo desastre blanquiazul, encajando un 3-0. Jorge Sáenz no tuvo su día.

Nadie sabe lo que pasa. Si es un problema del entrenador, si los jugadores están sobrevalorados y no han dado su nivel, si el asunto llega a los despachos y es un tema institucional más que deportivo. Ahora han saltado todas las alarmas. Incluso, se ha barajado por los medios la posibilidad de que se llegue a prescindir de José Luis Martí. Alguien al que, hace meses, la afición y todo el tinerfeñismo adoraba y que, ahora, con los malos resultados, es el principal señalado. Porque como todos sabemos, la memoria en esto del deporte y, sobre todo en el fútbol, es más bien corta.

El Tenerife debe cambiar muchas cosas si quiere optar al gran premio del ascenso. Hay mimbres pero algo no funciona. No es normal que, teniendo la mejor plantilla de la última década en sus filas, el éxito se haya diluido tan rápido. Pero también es verdad que estamos en el tercer mes de competición y ésto, hasta julio, no acaba. Quedan ocho meses para revertir la situación. Ocho meses para cumplir un sueño. Si la temporada pasada se consiguió, teniendo tramos malos en lo que a resultados se refiere, ¿por qué este año no? Tiempo al tiempo. Lo que es verdad es que algo está pasando, ansiedad, nervios, lesiones, falta de gol (a pesar de que este año se marca mucho). El camino es muy largo y el día a día importante. Solamente hace falta descifrar, cuanto antes, ¿qué le pasa al CD Tenerife?.

Puerto de la Cruz (Tenerife), 1983. Bloguero en fase de evolución. Amante del fútbol global, blanquiazul de corazón y rossonero por aficción a este señor deporte. Conocido en el mundillo como "Humilde Aficionado". El balón, nuestro mejor amigo.

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