El partido entre el FC Barcelona y el Granada, que acabó en empate por 1-1, dejó un dato muy importante que representa a la perfección los problemas en el juego culé durante los últimos partidos. El equipo dirigido por Ronald Koeman centró nada más y nada menos que 54 balones al área, récord absoluto de entre las cinco grandes ligas europeas durante esta temporada. De hecho, el equipo catalán no hacía tantos centros desde noviembre del año 2016, cuando realizó 55 intentos contra el Málaga.
En la rueda de prensa posterior, el técnico holandés mostró poca esperanza respecto a las condiciones de su plantilla actual, a la que comparó directamente con la que el club tenía ocho años atrás. Los jugadores, según Koeman, no están a la altura para poder realizar un juego de posición que ha estado estrechamente vinculado a la entidad culé desde los tiempos de Johan Cruyff.
El cambio de estilo del FC Barcelona parece evidente durante esta temporada, sea por la falta de jugadores clave como Leo Messi o por la voluntad de un Koeman que, ahora, confía en los jóvenes de la casa, por necesidad o por voluntad propia. La realidad, eso sí, es que el ataque del Barça está muy debilitado, y que la gran mayoría de esos centros que se realizaron en el partido contra el Granada no surtieron efecto alguno.
El planteamiento de Koeman, con Araujo y Piqué como delanteros en los minutos finales (algo que le valió el empate final al equipo), también ha sido objeto de crítica por la afición azulgrana, que ve como la disputa de grandes competiciones se ve altamente complicada a estas alturas de la temporada. De hecho, los pronósticos publicados en las últimas semanas plantean una campaña realmente difícil para los de Koeman.
Por ejemplo, las casas de apuestas reguladas en España, como podrían ser 888Sport o Codere, que mediante cuotas sitúan a los favoritos para una competición determinada, están apuntando a que el FC Barcelona no es el favorito ni para La Liga ni para la Champions League, donde de hecho se encuentra fuera del Top 5 de aspirantes. Eso es algo que se puede relacionar directamente con el estilo de juego del equipo, que no acaba de convencer ni en España ni en Europa.
La carta que tiene Joan Laporta bajo la manga es la destitución de su entrenador, para incorporar un nuevo técnico que remueva el vestuario culé e intenté mejorar la imagen para lo que queda de temporada. Parece ser que el objetivo es esperar al siguiente mercado de fichajes para intentar la incorporación de futbolistas potentes que ayuden al club a conseguir sus ansiados objetivos. Por el momento, eso sí, hace falta solventar la papeleta de esta temporada, algo que se prevé muy complicado visto lo visto en el terreno de juego.
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