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FC Barcelona

El 'entorno' y Frenkie De Jong

Es algo extraordinario todo lo que rodea al caso Frenkie de Jong. Pocas veces se había visto una corriente de opinión tan firme, consensuada y persistente desde todos los frentes del barcelonismo alrededor del fichaje de un jugador de 21 años que parece destinado a convertirse en el organizador de juego de referencia de la próxima década.

De Jong es el prototipo de jugador que tan bien encaja en el tan comentado (no lo digas Xavi, no lo digas) ADN Barça: no es excesivamente corpulento ni ofrece un despliegue físico descomunal, pero es lo suficientemente inteligente a nivel posicional para ofrecer soluciones con y sin balón, conservar la posesión ofreciendo una circulación horizontal/vertical en corto y largo desplazamiento, superar líneas de presión con facilidad para conectar con la línea atacante y una sensación de fácil e inmediato entendimiento con jugadores que hablan su idioma futbolístico como Sergio Busquets, Arthur Melo, Philippe Coutinho, Leo Messi, Gerard Piqué o Clément Lenglet. Un grupo de jugadores a los que una incorporación como la del holandés les vendría de maravilla para seguir creciendo como un conjunto que debe ser fiel a este estilo que les convierte en un equipo único y que algunos, pese a la buena marcha del equipo en las tres competiciones, seguimos echando de menos.

Una vez posicionado en este asunto, mostrando mi voto totalmente favorable al fichaje del ‘21’ ajjacied, me apetecía lanzar una pequeña crítica a lo que esta semana hemos presenciado en redes sociales en relación a #TheDecijong: esta espiral de rumores y exclusivas alrededor de la decisión que el joven holandés debe tomar de cara a la temporada que viene, en un culebrón que parece tan decisivo y mediático como el que el pasado verano protagonizó Antoine Griezmann. Bien es sabido que cuando juntamos Twitter y fútbol caemos muchas veces en la precipitación, y si a eso le añadimos el (digámoslo así) choque ideológico barcelonista entre los partidarios y contrarios a la junta directiva actual, llegamos a un punto en que cada bando intenta justificar de cualquier forma cada decisión tomada. Es por esto que quiero poner en cuestión un par de tópicos que han aparecido en medio de todo este asunto.

Frenkie de Jong ha estado, durante esta semana, bastante cerca del PSG. Un club en constante crecimiento, con una constelación de estrellas mundiales en sus filas, dominador absoluto del fútbol francés y con un plan de conquista de la Champions League que Nasser Al-Khelaifi tiene entre ceja y ceja. Al conocerse este principio de acuerdo galo con Frenkie de Jong, que por momentos ha parecido definitivo, se ha recorrido con facilidad al ya tópico “se va al PSG porque este chico prioriza el dinero al proyecto deportivo”, presuponiendo que el proyecto deportivo del FC Barcelona es superior al del PSG y que, por lo tanto, la decisión de Frenkie de Jong se ha tomado bajo criterios (¡cómo no!) puramente económicos. ¿Estamos seguros de que es así? ¿Seguro que el FC Barcelona es capaz de ofrecerle un proyecto de desarrollo personal enfocado hacia su consolidación en la élite europea dentro de unos plazos que satisfacen al jugador? ¿Y si nuestro proyecto a nivel europeo, donde no hemos pasado de cuartos de final en cuatro de las cinco últimas ediciones, no es tan potente como nos parece? ¿Y si el encaje individual que Thomas Tuchel le puede dar en cuanto a minutos y protagonismo es mayor del que tendría aquí, donde parece que cuesta hacerse hueco entre tanto indiscutible? He reflexionado sobre este punto y es algo que recomiendo, ya que conviene analizar el contexto en el que se mueve nuestro equipo antes de dar por sentadas según qué cosas.

Otro comentario, a modo de tópico, que a algunos les ha servido para desdramatizar todo este asunto, ha sido la ya recurrente frase de “El FC Barcelona no puede competir económicamente con PSG o Manchester City”. Una afirmación que puede interpretarse desde dos puntos de vista: en cuanto a precios pagados por traspasos o en cuanto a salarios, y que a algunos les sigue sirviendo para adoptar una postura de “A ver, ¿qué queréis? ¡Si el club ha hecho todo lo que ha podido!”. En todo caso, las dos posibilidades se pueden desmentir con una simple búsqueda que nos muestra que, por un lado, el FC Barcelona es el equipo del mundo que más dinero paga en salarios (los más altos, y Messi aparte porque el argentino no tiene precio, a un grupo de jugadores que en su mayoría llegan o pasan de la treintena), mientras que con pocos clicks y una simple operación se puede comprobar como el club azulgrana ha gastado tanto como Manchester City y PSG en los últimos tres años.

¿De qué sirven, entonces, estos argumentos que a menudo leemos? ¿Qué necesidad hay de refugiarse en este tipo de afirmaciones tan discutibles? ¿Hay intención de manipular en beneficio de alguien? Es algo que me ha chocado e indignado a partes iguales esta semana, y que sin querer escarbar más de lo debido en todo este asunto, me lleva a una pregunta: ¿realmente existe esta convicción, por parte de la dirección deportiva y secretaría técnica, para que Frenkie de Jong vista de azulgrana la próxima temporada? Toca confiar en ello y en la capacidad de seducción de la comitiva desplazada a Ámsterdam en una reunión a contrarreloj, porque algunos le queremos en el Camp Nou sí o sí.

«Jugar al fútbol es muy simple, pero jugar un fútbol simple es la cosa más difícil que existe». #GràciesJohan

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