El día que volviste a la Tierra

Querido Barça:

Entiendo que te haya molestado que el PSG te intente quitar a Neymar. Jugadores de ese talento no abundan en nuestros días y que los franceses utilicen su potencial económico para tener lo que quieren como un niño rico resulta molesto. Entiendo que los quieras denunciar, se deben de acabar con estas malas prácticas en el fútbol para que deje de ser un deporte aburrido donde prime lo económico por encima de lo deportivo.

Ahora bien, también tienes que recordar que tú eres uno de los principales culpables de que ocurran estas cosas. Tú mismo hiciste un movimiento indigno cuando pagaste la cláusula de Rivaldo con el mercado a punto de cerrar dejando al Dépor sin ningún margen de maniobra. También te has aprovechado de la dualidad de una Liga que es para lo único que te pones de acuerdo con tu enemigo. Te has llevado jugadores de equipos que podrían haber enriquecido la competición y engrandecido tus victorias, como el Valencia o el Sevilla.

Lo que ha hecho el PSG te ha dado una hostia de realidad que te ha devuelto a la Tierra, tras años viviendo en el Olimpo de los clubes intocables. Ahora entiendes lo que siente el Málaga cuando ve como Sandro, Fornals o Camacho se marchan impidiendo que crezca un proyecto realmente ilusionante. Ahora entiendes a esos clubes que ven como sus jugadores se marchan a equipos inferiores de la Premier que tienen más dinero porque allí el pastel se reparte equitativamente.

Creo que deberías aprender de esta situación, darte cuenta de que esta Liga es injusta y de que casi todos los clubes tienen que luchar temporada tras temporada rehaciendo sus plantillas e intentando consolidar un proyecto que se torna imposible en muchas ocasiones. Seguramente harás oídos sordos a esto, si los franceses se llevan a tu estrella cogerás ese dinero y utilizarás las mismas prácticas que ellos para encontrar un sustituto, porque en el fútbol lo que impera es la Ley de la selva. Aun así, yo espero que saques algo de esta situación, que dejes de quejarte y entiendas lo que sufren tus rivales año tras año en gran medida por tu culpa, porque ellos son las auténticas víctimas de esta situación y los únicos que tienen motivo para quejarse.