«Es uno de los mejores recuerdos de toda mi carrera». Alessandro Del Piero, que acaba de cumplir 41 años, no olvida ese 5 de noviembre de 2008. Era un partido de fase de grupos contra el Real Madrid, en el Santiago Bernabéu. La Juventus, recién retornada a Europa tras su paso por el infierno de la Serie B, estaba liderada por Ranieri en el banquillo y con jugadores como Manninger, Amauri, Mellberg, Sissoko o Molinaro sobre el campo, amén del propio Del Piero, Pavel Nedved y un joven Giorgio Chiellini.
Tener una plantilla lejos del nivel de las de unos años antes -o la actual- no fue un impedimento para que la Juventus asaltara el estadio madridista con un 0-2 recordado por la exhibición absoluta de Del Piero. Dos goles, un total dominio del juego y una prestación al nivel de una leyenda. En el minuto 93 fue sustituido y su figura fue ovacionada y coreada por el Santiago Bernabéu.