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El deporte, único tipo de nacionalismo

Juan Martin del Potro: “Pienso en mi familia, mis amigos, en Tandil y mi país, en toda la gente que estuvo acá”…Periodista: “Hiciste algo grande y la gente se volvió loca acá y allá.” Entrevista a Juan Martin del Potro entre lagrimas tras clasificar a la final de los Juegos Olímpicos en 2016 derrotando a Rafael Nadal.

Cito esté gran momento de los pasados Juegos Olímpicos, para ilustrar el significado de ser un nacionalista y luchar por tú país. Juan Martin del Potro llegaba a ‘Río’ sin posibilidades, inactivo por varias lesiones y apenas retomando el ritmo competitivo, sin duda alguna el hecho de jugar por la delegación Argentina fue su principal motivación para colgarse la medalla de plata.

En esta época en donde el mundo está envuelto en conflictos, guerras, disputas entre naciones y un pensamiento equivocado por parte de los lideres del mundo que creen que resaltan el nacionalismo siendo amenazantes y provocadores. Aparecen los verdaderos héroes del nacionalismo, los deportistas.

Importante recordar que el deporte siempre ha estado ligado a la guerra, siendo el gran contrapeso. Por ejemplo en la antigüedad las ciudades griegas paraban sus enfrentamientos durante el periodo que duraban los Juegos Olímpicos. Los juegos se usaban como parámetro para medir si una ciudad era realmente poderosa y podría ser un rival importante durante un futuro conflicto.

La época moderna no escapa de esta realidad, aún el deporte sigue deteniendo guerras.

Didier Drogba interrumpió la guerra civil que atravesaba Costa de Marfil luego de un intento de golpe de estado, cuando lograron clasificar a su primer mundial, ante toda la euforia Drogba se detuvo para decir ante las cámaras «Ciudadanos de Costa de Marfil, del norte, sur, este y oeste, les pedimos de rodillas que se perdonen los unos a los otros. Un gran país como el nuestro no puede rendirse al caos. Dejen las armas y organicen unas elecciones libres«

Esto generó que ambos bandos dieran un cese al fuego luego de tres años y 4.000 muertos por la guerra. Con esto no se detuvo en tratar de buscar la paz para el país africano y en 2007 organizo un partido de la selección de Costa De Marfil en Bouaké, una de las ciudades tomadas por los rebeldes, esta acción logró que el presidente y el líder opositor cantaran el himno nacional junto al otro. El partido terminó 5-0 a favor de los locales y un titular en un medio escrito tituló lo siguiente: «Cinco goles para borrar cinco años de guerra«.

Didier Drogba detuvo una guerra que ni las armas y tampoco el intento de dialogo alcanzó. Por eso el deporte tiene el poder de convertirse en la perfecta expresión de nacionalismo gracias al sentido de pertenencia que genera en las personas y la pasión que levanta en ellas.

Esto pasa porque los aficionados son actores de la pasión que generan los deportistas y se dejan dirigir por ellos.

De esto se dio cuenta Nelson Mandela en 1992 cuando visitó Barcelona para los Juegos Olímpicos, se dio cuenta de que la organización de Barcelona 1992 triunfó en penetrar en la sociedad sin importar la clase social. Esto lo llevo a visualizar la importancia de un buen papel del equipo de rugby de Sudáfrica para el mundial que organizaban en 1995.

Durante la época de Apartheid las personas de tez blanca y morena buscaban cualquier situación para enfrentarse, uno de estos pretexto eran los Los Springboks, como se la llamaba al equipo nacional de rugby. La selección contaba con un solo jugador de piel morena y el resto del equipo de piel blanca, su única afición era la clase social alta de tez blanca. A tal punto que las personas de tez morena apoyaban siempre al rival de la selección sudafricana.

Esta excusa de la sociedad fue vista por Nelson Mandela como una oportunidad única para generar la unidad a través del nacionalismo durante el mundial de rugby.

Mandela logró persuadir al equipo de rugby convenciendo al capitán para hacer giras nacionales dictando clases de rugby en barrios humildes. Para despertar el sentido de pertenencia con el equipo, en los más incrédulos acerca del plan de Mandela. Unir a un país a través de una selección repudiada por la mayoría. Incluso Mandela estando en prisión celebró derrotas del equipo sudafricano de rugby.

Sudáfrica inicio el mundial partiendo como uno de los equipos más débiles, pero alcanzó la final el 25 de junio de 1995 para enfrentar y derrotar a Nueva Zelanda, gran favorito para ser campeón mundial.

Lo vivido ese día fue la conclusión de un plan ideado por el líder sudafricano para unir en celebración sin importar color de piel. Esto gracias al deporte, el sentido de pertenencia que genera y el verdadero nacionalismo. El deporte opaco años de persecución, racismo y enfrentamientos, para dar una lección del verdadero sentido de patriotismo.

No hay mejor manera de ejemplarizar lo que significó el logro de Mandela que citando al capitán de la selección de rugby en su discurso como campeón: “No hemos ganado para los 60.000 aficionados en el estadio, hemos ganado para los 43 millones de sudafricanos”

Se puede decir que el verdadero significado de nacionalismo es;

Método y movimiento que invita a los ciudadanos de un país a la ratificación de su propia personalidad como nación a través del deporte.

 

 

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