Daniel Sturridge volvió tras cinco meses lesionado y lo hizo de la mejor manera posible. Doce minutos le bastaron al inglés para marcar y resolver el partido ante el West Ham. Todo el Liverpool estaba deseando que llegara este día, ya que, tanto Balotelli como Rickie Lambert no están cumpliendo las expectativas marcadas a principio de temporada. El italiano aún no ha logrado marcar en liga y el inglés solo lleva dos goles. Todos los aficionados ‘reds’ rebosan felicidad porque ha vuelto su hombre gol.
La pasada temporada el Liverpool disfrutaba de la que posiblemente fuera una de las mejores parejas de delanteros del fútbol europeo. Luis Suárez y Sturridge anotaron 56 goles entre ambos, que fueron vitales para que el conjunto de Brendan Rodgers estuviera a punto de ganar la liga y volviera a disputar la presente edición de la Champions League. La temporada del delantero inglés fue sorprendente. Llegó al Liverpool procedente del Chelsea, con una marca personal de once goles en su última temporada como Blue, donde ya empezaba a despuntar, mientras que el año pasado explotó marcando veinticinco goles y dando nueve asistencias. Números que dejaron a todos boquiabiertos. Pasó, entonces, a ser un jugador vital.
La suerte no está a su favor esta temporada. En el primer partido ante el Southampton logró entrar en el marcador. Se preveía una nueva gran campaña de Sturridge, pero tres lesiones consecutivas le dejaron cinco meses fuera de los terrenos de juego. Un periodo largo y duro donde el Liverpool ha tenido, evidentemente, muchos altibajos, echando en falta a su delantero estrella, ya que la falta de gol en Anfield es una realidad. Además de la recuperación física, el delantero inglés se ha tenido que reponer psicológicamente por las sucesivas lesiones que sufrió en un corto periodo de tiempo.
Pero eso ya es historia. Sturridge está de vuelta, Daniel is back. Eso significa que, aparentemente, el gol también ha vuelto. para la zona Red de Liverpool. Se acabó el margen para Lambert y para Balotelli, quienes no han sabido aprovechar la ausencia del internacional inglés. En Anfield respiran aliviados y ya esperan con ansia el gran rendimiento pasado del inglés.
