Esteban GÓMEZ – No hay nada más largo y extenso que la propia vida, sin duda. Un recorrido personal que presentará al ser humano situaciones de todo tipo, desde agradables a incómodas, pasando por otras que parecerán un género de surrealismo hasta otras que incluso hay que pellizcarse para darse cuenta que son reales.
La vida está llena de caprichos. Unos materiales previo pago, otros simplemente románticos, fruto del cruce de caminos y situaciones exactas en lugares concretos. El fútbol no se escapa de ello, y suele ofrecer cada temporada ciertas situaciones que recuerdan y añoran a otras épocas; simplemente son nombradas y es como una energía sensorial (o el karma) que tocan a la puerta de la coincidencia.
Romanticismo, o no. Coincidencia, tal vez sí, o tal vez no. Sin embargo, cuando se habla de estadísticas o fechas señaladas, pese a que no son nada exacto, físico, manejable, manipulable, ni muchos menos controlable, siempre tenderán a hacer acto de presencia. Los románticos dirán que se trata de magia; otros simplemente dirán que es casualidad. Será ahí donde cada uno decida qué método para analizar elegirá un hecho que, sin explicación, ocurre, e incluso maravilla a conocidos y extraños.
La temporada 2013/14 presentaba en el Emirates Stadium una cifra redonda, una década cumplida que hace añorar a los más fieles de los Cañoneros del Norte de Londres. Hace diez años, allá por la temporada 2003/04, el Arsenal ganaba una de las ligas inglesas más históricas que se recuerdan. Arsene Wenger ya mandaba por aquel entonces en el banquillo local de, por aquel entonces, estadio de Highbury, y su Arsenal ganó la Premier League sin perder uno sólo de los 38 partidos que disputaron (26 victorias y 12 empates). Un récord que no se batía desde el año 1889, cuando el Preston North End ganara la Liga Inglesa sin perder un sólo encuentro en un torneo, eso sí, de sólo 22 partidos.
Diez años después los astros se han alineado. Una década después de aquel hito histórico, el Arsenal vuelve a pelear de tú a tú la Premier League. Pese a no estar teniendo un dominio absoluto, por el gran potencial de sus rivales, los Gunners vuelven a ser un conjunto que saca sus respectivos partidos adelante. Mejor o peor, pero los resultados llegan, y en el Emirates muchos son los que creen en ese mágico recuerdo hace diez años.
El Arsenal es líder de la Premier League con 48 puntos de 63 posibles. Tres derrotas en lo que va de temporada les privan de repetir la gesta de "The Invencibles", pero aquel recuerdo está muy presente en una temporada en la que aspiran a volver a levantar un título en Inglaterra.
Comparando las dos temporadas, en la 2003/04, el Arsenal sumaba un punto más en la tabla clasificatoria (49) en la 21ª jornada del campeonato, pero sin embargo eran segundos, por detrás del Manchester United (50). Comparando el factor goleador, en la actualidad, suman un gol más a favor (41) que en la época histórica (40), y han encajado 5 tantos más que en aquella ocasión a estas alturas, con 19, mientras que en la 2003/04 sumaban sólo 14 en 21 partidos. Pese a ello, cifras similares, no muy diferentes, que abren un haz de esperanza a la parroquia del Arsenal.
Aquella temporada fue, quizás, una de las más gloriosas de su historia, de las más recordadas, y diez años después, quién sabe, están camino de lograr algo importante. O al menos las sensaciones son mucho más positivas que en los últimos años.
Se cumple una década esta temporada, dato ya de por sí romántico, redondo, y además se le debe sumar que Arsene Wenger sigue siendo el técnico. Aquella experiencia debe valerle para aspirar a un tramo final de temporada de lo más emocionante y competido.
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