Con un doloroso y temprano adiós. Así se resume, desgraciadamente, la participación de Dustin Johnson en este Masters de Augusta 2017. El número uno del mundo ha tenido que renunciar al primer major de la temporada tras sufrir, el pasado miércoles, un fuerte golpe en la espalda mientras jugaba con uno de sus hijos.
El estadounidense resbaló y cayó de espaldas por las escaleras de la casa en la que se alojaba con su familia en Augusta y su participación en el torneo quedó en el aire hasta el último momento. Tanto es así que el americano llegó a presentarse, este jueves, a la primera jornada de la competición, aunque con claros signos de dolor. Calentó y entrenó sus golpes, caracterizados por ser de los más potentes del circuito, dejando patente, con su lenguaje no verbal, que iba a ser muy complicado que pudiera competir.
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Así pues, tras calentar y visitar a sus fisioterapeutas, Dustin Johnson hizo el intento de acudir al tee del 1, donde le esperaban sus compañeros de partido – Bubba Watson y Jimmy Walker –, pero tuvo que volver sobre sus pasos y regresar a la Casa Club, en la que reconoció que no se veía “con opciones de competir”.
“Un palo muy duro”
De esta forma, “un palo muy duro”, como explicaba el propio golfista, para un jugador que atravesaba el mejor momento de su carrera. Con el número uno bajo el brazo y tres títulos consecutivos – Genesis Open, Mexico Championship y Match Play – en su haber en este 2017, el americano llegaba al primer grande de la temporada como el gran favorito para vestir sus espaldas con la famosa chaqueta verde del Masters de Augusta.
Quién iba a decirle al bueno de Dustin Johnson que su espalda iba a ser la protagonista del torneo y no por poder lucir la codiciada chaqueta al final de la competición sino por haber salido perjudicada de un accidente doméstico antes de que ésta diera comienzo.
Una circunstancia que le obliga, por tanto, a cortar una gran racha ganadora que le impulsaba, sin ninguna duda, a buscar el segundo major de su carrera tras haberse coronado campeón en el US Open de 2015. Una ausencia que se suma a la ya anunciada por su compatriota Tiger Woods y que abre un nuevo mundo de posibilidades de cara a encontrar al nuevo dueño de la chaqueta verde.
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