Uno no había nacido cuando el otro debutaba con la selección italiana. Bien podrían ser padre e hijo bajo el techo de una misma casa, pero por suerte para la bota de Europa, son los dos porteros más en forma de la Serie A. Maestro y alumno son los dueños de la portería transalpina. Poco importa que uno tenga 38 años y el otro 17. Son los mejores, tal y como certifica la titularidad de uno y otro en la Juve y en el Milan.
Gianluigi Buffon, a sus 38 años, sigue dando que hablar. En uno de los últimos partidos disputados con Italia, justamente ante España, el portero realizó un error no propio de él. Justo el día anterior, Gianluigi comentaba que no ver a Casillas enfrente era una mala señal. Las grandes glorias del fútbol no son eternas. Por desgracia. Tampoco Gianluigi Buffon.
Sin casi tiempo para dar de que hablar, la Juventus conquistó 3 puntos de importancia vital en su visita a Lyon, en un partido nada sencillo para los bianconeri. Con uno menos durante gran parte del encuentro, acabó consiguiendo la victoria con un solitario gol de Cuadrado. A todo esto, el mejor de los italianos fue Buffon. Eterno bajo los palos. Parece que nunca llega su momento de renidicón, Buffon apurará sus opciones por defender a la Azzurra en Rusia 2018.
Después de aquel Milan-Sassuolo en el que ‘Gigio’ debutó en la Serie A, todo ha ido a mejor. Se ha convertido en un símbolo ‘rossonero’ y una gran seguridad bajo palos. El mito crecía a la par que las comparaciones con Buffon. La lesión de Agazzi hizo que Filippo Inzaghi subiese a Donnaruma al primer equipo con solo 15 años. Pero fue Sinisa Mihajlovic el primero en hacerlo debutar, el serbio vio en los entrenamientos su potencial y sus características, también su fortaleza psicológica.
Así, Donnarumma fue uno a uno superando a todos los porteros de Milan, dejando también en el banco a Diego López. Y ahora disputa su cuarta temporada en Milán como titular indiscutible. La pasada temporada, Gigio, como tercer portero, tuvo la ocasión de salir del club, como cedido, pero eligió seguir y terminó siendo uno de los porteros menos goleados en Serie A, con 27 tantos encajados en 30 partidos. El promedio de Donnarumma fue de 0.9 goles por partido.
Su imponente físico (1,98 m) y la privilegiada cabeza que usa le abrieron las puertas del equipo lombardo. «Era un niño y ahora lo sigue siendo, pero se comporta como un portero hecho y formado. Desde el primer día lo demostró«, comentó Inzaghi. Ahora bien, con los pies en el suelo y parece que jurando amor eterno al club que le dio la oportunidad de debutar, Donnarumma ahora quiere ser capitán. “¿Mi futuro? Estoy jugando en el equipo de mi corazón, el equipo que siempre he estado animando… No puedo conseguir nada mejor”, declaró el guardameta milanista.“Con 38 años me veo siendo portero del Milan y quizás dentro de diez, usando el brazalete de capitán”.
En la primera oportunidad que hubo en un terreno de juego, Buffon corrió a pedirle la camiseta. Lo lógico era que hubiera sido al revés, pero el portero de la Juventus esperó a Donnarumma para pedirle su elástica del Milan. «Va a ser de los mejores, pero el camino es largo». El todavía juvenil no es portero por Buffon y sí por su hermano Antonio, que dejó el pasado verano el Genoa para fichar por el Asteras Tripolis griego.
Este sábado uno y otro tendrán la magnífica oportunidad de volver a intercambiar camisetas. Un buen partido para ver a los dos porteros más en forma del Calcio. Uno arrancando y otro aguantando. Gianluigi en la portería transalpina parece que seguirá siendo por mucho tiempo más.
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