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La discriminación en el deporte, ¿es para siempre?

¿Deporte? ¿Política? Parece que son temas opuestos, pero desgraciadamente están muy unidos. La gente mezcla estos dos ámbitos inconscientemente, es decir, se hace política sobre todo aquello que existe en el mundo, y el deporte no es una excepción.

Corría el año 1936 cuando se disputaron los Juegos Olímpicos de Berlín. El atleta de color Jesse Owens conseguía cuatro medallas de oro, con sendos récords mundiales ante la atenta mirada de Hitler. Este optó por no aplaudir los logros de Owens debido a que no estaba contento por su color de piel. Incluso evitó estrechar la mano para felicitarle abandonando el estadio minutos antes, según cuentan. El éxito del atleta enfureció al Führer porque compitió con muchísimos alemanes a los que ganó con autoridad y se consagró con los títulos que «deberían» haber ganado los blancos. En aquella época no estaba bien visto que un atleta de color se impusiera ante los alemanes. Esta situación se ha repetido a lo largo de la historia donde claramente se mezcla la política con el deporte.

La diferencia entre hombres y mujeres sigue latente en la sociedad, aunque se ha rebajado a lo largo de la historia. De la mano por la lucha de los derechos de la mujer vino la lucha por la incorporación femenina en el mundo deportivo, donde exclusivamente era un área reservada para los hombres. Pero en el siglo XIX es cuando empieza a tener más presencia deportiva. Por ejemplo, las mujeres debían de ocupar las fábricas y con ello empezar a practicar actividades que los hombres hacían antes de ir a la guerra.

Actualmente, no hay diferencia deportivamente hablando, sin embargo a nivel económico y social sigue patente. Por ejemplo, en el tenis existe una desigualdad económica ya que trabajando y esforzándose igual que ellos consiguen menos recompensa por lo realizado solo por ser mujeres. Luego, en cuanto a la repercusión televisiva, tienen mayor cobertura los eventos masculinos. Esto lo vivimos cuando la selección española de baloncesto se proclamó campeona de Europa y días antes la selección española de gimnasia rítmica se adjudicó la medalla de bronce y con ello el billete para los Juegos Olímpicos de Río 2016, y apenas se ha hablado de ello en los medios.

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Además, los políticos utilizan a los deportistas para realzar sus campañas y que gente seguidora del deporte se vea involucrada en la política inconscientemente. Los dirigentes lo hacen para que los seguidores voten a su partido porque su ídolo deportivo se vea relacionado con ello.

Por tanto, el deporte siempre estuvo, está y estará teñido políticamente de manera inevitable. Esta tendencia o incluso una moda que muchos deportistas siguen para demostrar su pensamiento político utilizando el deporte como medio de comunicación. Como tanto la desigualdad racial, de sexos o ideología es un acto de política disfrazada. Estamos en el siglo XXI, señores. Siglo XXI. ¿Hemos avanzado, o seguimos discriminando como hace años atrás? La política en el Congreso o Senado , sólo ahí. Las ganas, la lucha, el esfuerzo, la alegría, el llanto, todo eso, en la pista.

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