_Fútbol Español
Diego Costa, no eres español
Visceral en el campo, jugador de raza, de carácter, de barro y de gresca. Hay a quién no le gusta eso en un verde, a los mismos a los que les gusta el césped sin aroma de barro, las gradas sin animación y las entradas a precios prohibitivos. A los mismos que solo conciben el fútbol como un arte escénico y que esperan que el protagonista se ‘cargue’ al malo a minutos del final.
Ayer, explotaste, y denunciaste ante los mismos que te acusan, de no ser juzgado con el mismo rasero que si jugaras en el Madrid o en el Barça, y expresaste tu rabia, con razón, de no ser tratado como español.
Diego Costa sobraba, sobra y sobrará. Es brasileño, no español. Jamás debió ser llamado por la selección española
— Jorge Liaño (@jlianodesmarque) 1 de septiembre de 2016
Como ven, no iba desencaminado Diego cuando ves estos ejemplos sin rascar demasiado en redes sociales que un subdirector de ‘As’ y un periodista de ‘El Desmarque’, pero habrá más opiniones como estas, ténganlo por seguro. La mezcla de culturas enriquece a la población, por eso resulta vomitivo, decir que un brasileño que juró la Carta Magna del ordenamiento español el 5 de julio de 2013 no sea tratado como ciudadano de pleno derecho de este país.
En deportes, donde sacamos héroes en cada evento internacional hemos tenido hace unas semanas como medallistas a un cubano, un alemán y un montenegrino que lo han dado todo por ellos mismos, primero y por el país español, después. En fútbol igual, aún recuerdo como casi no nos presentamos al Mundial si no iba ¡Mariano Pernía!, o casos como el de Marcos Senna, clave en la Eurocopa conquistada en Viena en 2008. Pero hay más casos como los de Pizzi, Donato, Catanha, o ídolos de los padres y abuelos de este país como Di Stefano o Kubala.
Y sí, Diego Costa tiene que hacer más, mucho más que un delantero del Real Madrid o del Barcelona, de hecho competirá, seguramente, contra esos delanteros en la Selección Española, y encima ambos parten por detrás de delanteras de kilates. ¿Cuánto jugará Morata a partir de octubre con Bale, Benzema y Cristiano al 100%?, ¿Cuánto jugará Alcácer estando Luis Suárez al nivel de las dos últimas temporadas?
Podemos y debemos discutir si es el idóneo para esta selección, si su estilo conviene, o no conviene para el esquema de Del Bosque antes y el de Lopetegui ahora, si con la Selección no es capaz de marcar goles, ahí están los datos que demuestran que sus números, para ser delantero, son paupérrimos.
La sensación y conclusión a este debate, sobre quien merece ser considerado español se basa en dos premisas fundamentales. La primera, y más importante, el rendimiento, si metes goles en la Selección y das un Mundial conseguirás un marquesado con un castillo y tierras de labranza, si no lo consigues tienes que recurrir a la segunda condición, haber jugado o jugar para Real Madrid y/o Barça, para haber conseguido los suficientes amigos en los medios para justificar la falta de goles, y que la culpa sea de otro. En caso contrario, admirado Diego, estás condenado a no ser español para los repartidores de carnet de barra de bar.
Visceral en el campo, jugador de raza, de carácter, de barro y de gresca. Hay a quién no le gusta eso en un verde, a los mismos a los que les gusta el césped sin aroma de barro, las gradas sin animación y las entradas a precios prohibitivos. A los mismos que solo conciben el fútbol como un arte escénico y que esperan que el protagonista se ‘cargue’ al malo a minutos del final.
Ayer, explotaste, y denunciaste ante los mismos que te acusan, de no ser juzgado con el mismo rasero que si jugaras en el Madrid o en el Barça, y expresaste tu rabia, con razón, de no ser tratado como español.
Diego Costa sobraba, sobra y sobrará. Es brasileño, no español. Jamás debió ser llamado por la selección española
— Jorge Liaño (@jlianodesmarque) 1 de septiembre de 2016
Como ven, no iba desencaminado Diego cuando ves estos ejemplos sin rascar demasiado en redes sociales que un subdirector de ‘As’ y un periodista de ‘El Desmarque’, pero habrá más opiniones como estas, ténganlo por seguro. La mezcla de culturas enriquece a la población, por eso resulta vomitivo, decir que un brasileño que juró la Carta Magna del ordenamiento español el 5 de julio de 2013 no sea tratado como ciudadano de pleno derecho de este país.
En deportes, donde sacamos héroes en cada evento internacional hemos tenido hace unas semanas como medallistas a un cubano, un alemán y un montenegrino que lo han dado todo por ellos mismos, primero y por el país español, después. En fútbol igual, aún recuerdo como casi no nos presentamos al Mundial si no iba ¡Mariano Pernía!, o casos como el de Marcos Senna, clave en la Eurocopa conquistada en Viena en 2008. Pero hay más casos como los de Pizzi, Donato, Catanha, o ídolos de los padres y abuelos de este país como Di Stefano o Kubala.
Y sí, Diego Costa tiene que hacer más, mucho más que un delantero del Real Madrid o del Barcelona, de hecho competirá, seguramente, contra esos delanteros en la Selección Española, y encima ambos parten por detrás de delanteras de kilates. ¿Cuánto jugará Morata a partir de octubre con Bale, Benzema y Cristiano al 100%?, ¿Cuánto jugará Alcácer estando Luis Suárez al nivel de las dos últimas temporadas?
Podemos y debemos discutir si es el idóneo para esta selección, si su estilo conviene, o no conviene para el esquema de Del Bosque antes y el de Lopetegui ahora, si con la Selección no es capaz de marcar goles, ahí están los datos que demuestran que sus números, para ser delantero, son paupérrimos.
La sensación y conclusión a este debate, sobre quien merece ser considerado español se basa en dos premisas fundamentales. La primera, y más importante, el rendimiento, si metes goles en la Selección y das un Mundial conseguirás un marquesado con un castillo y tierras de labranza, si no lo consigues tienes que recurrir a la segunda condición, haber jugado o jugar para Real Madrid y/o Barça, para haber conseguido los suficientes amigos en los medios para justificar la falta de goles, y que la culpa sea de otro. En caso contrario, admirado Diego, estás condenado a no ser español para los repartidores de carnet de barra de bar.