Para algunos, solo empieza el Mundial cuando España juega su primer encuentro. No puedo estar más en desacuerdo. De hecho, creo que la parte más divertida es esta: lo de tener cuatro partidos en un día, con selecciones que nunca ves, es una maravilla. Si te gusta el fútbol este es el mejor momento del año.
El caso es que la selección rompió todos los registros. Machacó a Costa Rica a un nivel que solo puede dar un campeón (7-0). El problema es el de siempre: el que empieza bien no suele acabar bien. Fue una tarde para que disfrutaran los que, en principio, no jugarán tanto durante el torneo y para dar descanso a gente tan buena como Pedri y Busquets. El MVP se lo dieron al Gavi, pero yo tengo una especial debilidad por el de Badía. Cuando se pone la zamarra de su país es otro nivel.
La mañana arrancó con el Marruecos-Croacia, que nos dejó un decepcionante empate a cero. Aquí habría que colar las frases de siempre: los dos cuadros, al ser el primer partido, estaban asustados. Es algo que no acabo de comprender ya que si hay un día para arriesgar es precisamente el del inicio. Veremos si ese punto es suficiente.
Posteriormente era el turno de Alemania y Japón, el grupo de los de Luis Enrique. Al terminar la primera parte, la sensación que quedó es que los germanos deberían haberse ido con algún gol más de ventaja. Todo parecía controlado. Sin embargo, los cambios tácticos Hajime Moriyasu reventaron el choque. En cuestión de minutos, los nipones empezaron a crear ocasiones y voltearon el marcador. La cara de Flick lo decía todo (1-2).
Canadá también, como los germanos, se estarán rasgando las vestiduras. Su gran estrella, Davies, marró un penalti con 0-0. Minutos más tarde, Michy Batshuayi rompió la igualada. Los belgas, uno de los sempiternos favoritos, no mostraron un nivel demasiado alto (1-0).
Hoy juegan Suiza y Camerún; Uruguay ante Corea del Sur y debutan dos equipos que quieren ganar el Mundial: Portugal y Brasil. Los de Fernando Santos, que está muy discutido, chocan con Ghana y los brasileños con Serbia. Ojo con esos dos últimos duelos.
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