Tras el estallido de Diego Simeone en Europa con el Atlético de Madrid y ya considerado parte del “establishment”, hay tres técnicos argentinos en Europa que se han convertido en parte de una suerte de revolución por la forma en la que juegan sus equipos. Con la influencia de Marcelo Bielsa en todos ellos, su camino hacia la elite ha sido diferente pero los ha situado como parte de una generación de estrategas de primer nivel.
Eduardo Berizzo
Conocido por: Su pasado como futbolista.
Primera gran labor: O’Higgins de Chile.
Berizzo inició su carrera como técnico siendo ayudante de campo de Marcelo Bielsa en la selección chilena. Tras separarse de Bielsa tomó el cargo de entrenador en Estudiantes de La Plata, equipo con el que fracasó.
Tras esto cruzó la frontera para dirigir a O’Higgins, un tradicional equipo chileno pero que hasta su llegada aún no había alcanzado un título local. Berizzo lo sacó campeón jugando un gran fútbol, lo que lo catapultó al banquillo del Celta para suplir a Luis Enrique, donde está dejando un equipo que se recordará por varios años.
Mauricio Pochettino
Conocido por: Su pasado como futbolista.
Primera gran labor: Espanyol en España
Tras su paso como jugador del Espanyol, Pochettino se sentó en el banquillo “periquito” en un momento de apremio en el que el equipo coqueteaba con el descenso. Tras salvarlo inició una era que no terminó de la mejor manera, pero que los situó como uno de los técnicos jóvenes más interesantes del mercado europeo.
Su labor en Cataluña llamó la atención del Southampton que lo convocó también en medio de problemas con el descenso, tras salvarlo, continuó una temporada más logrando excelentes resultados. Tras esto, su trabajo al frente del Tottenham Hotspur le ha valido, incluso, ser relacionado con la selección inglesa.
Jorge Sampaoli
Conocido por: Su trabajo como seleccionador chileno
Primera gran labor: Universidad de Chile
Al no tener una carrera como futbolista de élite el camino de Sampaoli ha sido largo como entrenador. Tras pasos por Perú y Chile, con poca fortuna, aterrizó en Ecuador para dirigir a Emelec, con el que empezó a despuntar.
Su excelente labor al frente de la Universidad de Chile, con el que ganó tres títulos nacionales y uno internacional, le dio la oportunidad de dirigir a la selección chilena, que tras la salida de Bielsa había vivido un etapa convulsa con Claudio Borghi al frente. Su trabajo con “La Roja”, le valió el llamado del Sevilla en el que está haciendo una temporada que de seguir así se podría calificar de histórica.
