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Cuatro años después

Hubo un tiempo en el que
el Éibar le ganaba al Barça. Claro que, era en Segunda División y en realidad
era su filial. No hace mucho de esto, hace tan solo cuatro años de su último
partido, que empataron vascos y catalanes a cero. Ocupaba el banquillo de Ipurúa
Gaizka Garitano. En el bando rival, un Eusebio Sacristán que ahora dirige a la
Real Sociedad.

Era un buen equipo aquel
Barça. Uno de los mejores que ha tenido el club en Segunda. Por entonces
marchaba quinto, y contaba con jugadores que ahora forman parte de la plantilla
del primer equipo (Masip, Denis Suárez, Samper) o destacando en otros (Munir,
Sandro, Sergi Gómez, Grimaldo, Planas). Acabó la temporada tercero, con 66
puntos, a solo tres del Deportivo de la Coruña, que ascendió directamente junto
al campeón. El Éibar, que jamás había jugado en Primera en sus 74 años de
historia, hizo realidad el sueño de una ciudad de 27.000 habitantes diez
jornadas después.

Aquel Éibar estuvo a
punto de descender a Segunda División B
. Necesitó ampliar el capital en 1,7 millones, y acabó
por lograrlo a mediados de verano. El club, pese a estar saneado, solo contaba
con un presupuesto de 433.253 euros, cifra que no admitía la Ley del Deporte.
La masiva compra de acciones evitó un desastre con tres semanas de antelación
al plazo. «El Eibar lo ha conseguido a su manera, con muchos accionistas
pequeños. Habitualmente las ampliaciones de capital se realizan poniendo dinero
las instituciones o con la llegada de un accionista mayoritario que controla el
club. Lo que era un castigo, ahora es una fortaleza», dijo
Aranzabal, presidente armero.

Pocos podían predecir la
travesía vivida por el modesto equipo guipuzcoano, que no bajó a Segunda un año
después gracias al descenso administrativo del Elche. Su primera vuelta,
sin embargo, había sido de escándalo: 27 puntos, octavo. Al curso siguiente, 30
puntos, sexto. La llegada al banquillo de Mendilíbar dotó al equipo de
consistencia y ‘punch’ en los metros finales. El club armero solo lleva cuatro
temporadas en Primera, pero en todas ha conseguido resultados memorables:
5-2 al Almería, 0-4 al Betis, 5-1 al Granada, 0-4 al Valencia, 5-0 al Betis y
5-1 al Sevilla. En la 2016-17 alcanzó su mejor puntuación histórica con 54,
11 más que el curso anterior y 19 más que el primero.

No es casualidad que el
Éibar sea, en 2018,
uno de los equipos más en forma del continente. Ha
ganado ocho de los últimos 13 partidos y se encuentra más cerca que nunca de
disputar la Europa League. En estos cuatro años, el Éibar ha logrado empatar en
el Santiago Bernabéu, hacer sufrir al Atlético, ser el mejor equipo vasco por
delante de Athletic y Real Sociedad, golear a Valencia, Sevilla y Betis,
remontar y ganar en La Cerámica…  El único equipo que le tiene tomada la
medida es el Barça, al que no ha conseguido marcar un solo gol en Ipurúa y
contra el que ha sido aplastado en hasta cuatro ocasiones (3-0, dos 0-4 y un
6-1). Claro que nadie se queja en Ipurúa.
Hace cuatro años jugaban contra su
filial.

Alicante, 1991. Mi madre siempre me decía: "No sé por qué lloras por el fútbol, sino te da de comer". Desde entonces lucho por ser periodista deportivo, para vivir de mis pasiones (y llevarle un poco la contraria).

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