Si bien es cierto que Luis Enrique lleva tiempo ya por encima del bien y del mal, con la libertad de convocar, por ejemplo, a un portero que no ha debutado ni en Segunda, el Real Madrid debería andar preocupado por la falta de representación blanca en la selección nacional. Antes de acabar este párrafo, por supuesto, seguro que ya hay un montón de tuiteros preparados para soltar exabruptos sobre el supuesto odio visceral que tiene el seleccionador a los merengues. Sin embargo, la realidad es que los blancos no poseen una materia prima excelente para darle motivos al ex del Barcelona. Más allá de Nacho, sin ir más lejos, ningún español con contrato con los de Chamartín hizo grandes méritos para jugar la última Eurocopa.
Florentino Pérez, hace algo más de un lustro, tuvo la idea de potenciar a su plantilla con talento nacional. Aunque muchos no lo digan, fue una gran idea que no ha funcionado bien. Ceballos y Vallejo eran futbolistas que tenían que capitanear la nueva generación de la roja. Hoy, en un Madrid sin banquillo, no juegan prácticamente nada. El problema se acaba viendo en el verde: cuando las vacas sagradas no pueden comparecer, mirar al banquillo se asemeja a que te hagan una endodoncia. Ancelotti no quiere girarse.
Solo Dani Carvajal apareció en la última lista. Marco Asensio, si consigue que sus buenas actuaciones se mantengan durante más tiempo, podría también comparecer próximamente. Quizás los madridistas, en los próximos cursos, deben mejorar sus contrataciones: no pueden estar confiando en los Modric, Kroos y Benzema hasta el fin de los días. Ellos también merecen descansar.
Raúl González, que sigue esquivando las cuestiones de los periodistas sobre su próximo paso como técnico, puede ser la solución para el futuro de la entidad. Conoce perfectamente cómo funciona el Madrid y sabe qué futbolistas pueden acabar subiendo al primer equipo y, por ende, jugar con España. Ese debería ser un gran objetivo: que la cantera deje de ser un lugar de paso para acabar en otros clubes del mundo. Puede que el único problema es que en los famosos audios del presidente puso a Raúl de vuelta y media. Aunque todo se olvida con un buen contrato. Y, claro está, levantando títulos con gente de la casa.
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