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Celta 2-2 Espanyol: lo mejor, lo peor y las notas
El duelo de aspirantes a Europa de Balaídos se saldó con un empate a dos en el que los que son, seguramente, los dos mejores futbolistas de ambos equipos –Aspas, Wass, Gerard Moreno y Piatti– fueron los autores de los goles. Cuatro dianas concentradas en diez minutos de una primera mitad tan divertida como alocada, para un reparto de puntos que deja buen sabor de boca a los locales, por disputar todo el segundo tiempo con uno menos, pero que no ayuda ni a Celta, ni a Espanyol a que el acceso a zona europea tome mayor cuerpo.
Poco más de veinte minutos de un partido sumido en su propia inapetencia hasta entonces, le bastaron al dueño y señor, manjar y deleite de la Ría de Vigo para volver a inundar comentarios, crónicas y tweets con su denominación de origen de suprema calidad certificada. De Moaña para el mundo mientras toma una forma cada vez más nítida de mejor delantero español contemporáneo.
¡14 goles y segundo de falta directa en dos jornadas!
Iago Aspas está ‘on fire’ ???? #CeltaEspanyol pic.twitter.com/qzFhxc6dbY
— LaLiga (@LaLiga) 1 de marzo de 2017
Desde el gol de falta directa de Iago Aspas, el partido cambió de forma radical para parecerse cada vez más, por su concentración de acción, a una película de Steven Seagal. Pero en bueno. Si Aspas encendió el encuentro con su llama incesante, Gerard se encargó, con un cabezazo de manual tras córner en el 28′, de inyectar fe a un Espanyol centrado hasta entonces en proteger el carril central, en ser tan directo como rudimentario y carente de toda profundidad. Con su décimo gol en Liga, el delantero perico evidenciaba estar dispuesto si no a competir en la carrera nacional de la élite de la posición, sí a que Santa Perpètua de Mogoda vaya entrando en una segunda terna de poblaciones aspirantes a interiorizar por todos nosotros.
El pragmatismo de los de Quique, enfatizado en Balaídos por no contar desde el inicio con el toque creativo de nombres como Reyes o Jurado, volvía a dar réditos al Espanyol. Aunque a Daniel Wass no pareció caerle bien que los barceloneses hubiesen logrado empatar con tan poco, ya que apenas dos minutos después, el todocaminos de eficiencia nórdica, impecables acabados y enérgico reprís iba a soltar un rugido en forma de gol desde la media luna hasta el fondo de la red.
Sin embargo, el choque había adquirido un particular estado propio y estaba entonces en erupción como demostró el nuevo empate del Espanyol, obra de Piatti en la primera jugada tras sacar de centro después del tanto de Wass. Un centro llovido de Javi López al punto de penalti, lo peinó Caicedo al segundo palo, con esfuerzo pero sin apenas intención, para que la pequeña centella argentina definiese abajo, ante la incomprensible pasividad de Hugo Mallo, y que la fiesta siguiese su curso.
Y es que a punto estuvo de llegar un nuevo gol cinco minutos después a través de un disparo de primeras con el que Pione Sisto buscó de rosca el ángulo, pero acabó encontrado la madera tras una entrega horizontal de un Aspas ya en modo jugador total, al estilo de los mejores dieces. Aunque esta vez, por extraño que parezca, lo que terminó prosiguiendo a un gol no fue otro gol, sino la expulsión de Fontàs por una rigurosa segunda amarilla que puso el colofón a la primera parte y un dolor de cabeza en Berizzo.
La inferioridad numérica trastocó, obviamente, todos los planes. Quique movió ficha tras regresar de vestuarios cambiando contención por control, cautela por iniciativa, balón por transición y a Jurado por Javi Fuego. Y en ese contexto de mando casi obligatorio en el que dejó de potenciar las conexiones transversales entre el lateral y el extremo por su mayor estatismo, el Celta se hizo más versátil para seguir sintiéndose más cómodo que su rival en un partido ya abierto en canal, pero que fue perdiendo vehemencia de forma irremediable y en el que ya no llegaron más goles.
LO MEJOR: El intercambio de golpes, las alternativas, los giros de guion, la emoción, el ritmo alto, los goles… Todos esos ingredientes le dieron al partido un atractivo innegable y siempre deseable, pero cada toque de balón de Iago Aspas fue un regalo visual y auténtico petróleo para su equipo. El único jugador de una categoría claramente superior a los otros veintiún futbolistas que estaban pisando el césped al unísono.
LO PEOR: El Espanyol es un equipo con una estructura muy sólida; que sabe muy bien qué, cómo y cuándo actuar; pero que echa mucho de menos una figura dinámica y acaparadora en tres cuartos para cuando tiene que llevar la iniciativa de forma continua e inexcusable que junte al equipo en campo contrario. Contra diez toda la segunda parte, fue incapaz de arrinconar al Celta. Reyes entró demasiado tarde.
JUGADOR SPHERA (MVP): Iago Aspas
NOTAS (de aplicación en ligas de Futmondo)
Celta: Rubén Blanco (5); Hugo Mallo (4), Cabral (6), Fontàs (4), Jonny (6); Wass (8), Marcelo Díaz (5), Radoja (7); Iago Aspas (8), Guidetti (5), Pione Sisto (6).
Sustitutos: Sergi Gómez (6), Jozabed (6), Pape Cheikh (s.c).
Espanyol: Diego López (6); Marc Navarro (s.c), Duarte (6), Diego Reyes (5), Aarón (6); Hernán Pérez (6), Javi Fuego (5), David López (6), Piatti (8); Gerard Moreno (8), Caicedo (6).
Sustitutos: Javi López (7), Jurado (5), Reyes (s.c).
El duelo de aspirantes a Europa de Balaídos se saldó con un empate a dos en el que los que son, seguramente, los dos mejores futbolistas de ambos equipos –Aspas, Wass, Gerard Moreno y Piatti– fueron los autores de los goles. Cuatro dianas concentradas en diez minutos de una primera mitad tan divertida como alocada, para un reparto de puntos que deja buen sabor de boca a los locales, por disputar todo el segundo tiempo con uno menos, pero que no ayuda ni a Celta, ni a Espanyol a que el acceso a zona europea tome mayor cuerpo.
Poco más de veinte minutos de un partido sumido en su propia inapetencia hasta entonces, le bastaron al dueño y señor, manjar y deleite de la Ría de Vigo para volver a inundar comentarios, crónicas y tweets con su denominación de origen de suprema calidad certificada. De Moaña para el mundo mientras toma una forma cada vez más nítida de mejor delantero español contemporáneo.
¡14 goles y segundo de falta directa en dos jornadas!
Iago Aspas está ‘on fire’ ???? #CeltaEspanyol pic.twitter.com/qzFhxc6dbY
— LaLiga (@LaLiga) 1 de marzo de 2017
Desde el gol de falta directa de Iago Aspas, el partido cambió de forma radical para parecerse cada vez más, por su concentración de acción, a una película de Steven Seagal. Pero en bueno. Si Aspas encendió el encuentro con su llama incesante, Gerard se encargó, con un cabezazo de manual tras córner en el 28′, de inyectar fe a un Espanyol centrado hasta entonces en proteger el carril central, en ser tan directo como rudimentario y carente de toda profundidad. Con su décimo gol en Liga, el delantero perico evidenciaba estar dispuesto si no a competir en la carrera nacional de la élite de la posición, sí a que Santa Perpètua de Mogoda vaya entrando en una segunda terna de poblaciones aspirantes a interiorizar por todos nosotros.
El pragmatismo de los de Quique, enfatizado en Balaídos por no contar desde el inicio con el toque creativo de nombres como Reyes o Jurado, volvía a dar réditos al Espanyol. Aunque a Daniel Wass no pareció caerle bien que los barceloneses hubiesen logrado empatar con tan poco, ya que apenas dos minutos después, el todocaminos de eficiencia nórdica, impecables acabados y enérgico reprís iba a soltar un rugido en forma de gol desde la media luna hasta el fondo de la red.
Sin embargo, el choque había adquirido un particular estado propio y estaba entonces en erupción como demostró el nuevo empate del Espanyol, obra de Piatti en la primera jugada tras sacar de centro después del tanto de Wass. Un centro llovido de Javi López al punto de penalti, lo peinó Caicedo al segundo palo, con esfuerzo pero sin apenas intención, para que la pequeña centella argentina definiese abajo, ante la incomprensible pasividad de Hugo Mallo, y que la fiesta siguiese su curso.
Y es que a punto estuvo de llegar un nuevo gol cinco minutos después a través de un disparo de primeras con el que Pione Sisto buscó de rosca el ángulo, pero acabó encontrado la madera tras una entrega horizontal de un Aspas ya en modo jugador total, al estilo de los mejores dieces. Aunque esta vez, por extraño que parezca, lo que terminó prosiguiendo a un gol no fue otro gol, sino la expulsión de Fontàs por una rigurosa segunda amarilla que puso el colofón a la primera parte y un dolor de cabeza en Berizzo.
La inferioridad numérica trastocó, obviamente, todos los planes. Quique movió ficha tras regresar de vestuarios cambiando contención por control, cautela por iniciativa, balón por transición y a Jurado por Javi Fuego. Y en ese contexto de mando casi obligatorio en el que dejó de potenciar las conexiones transversales entre el lateral y el extremo por su mayor estatismo, el Celta se hizo más versátil para seguir sintiéndose más cómodo que su rival en un partido ya abierto en canal, pero que fue perdiendo vehemencia de forma irremediable y en el que ya no llegaron más goles.
LO MEJOR: El intercambio de golpes, las alternativas, los giros de guion, la emoción, el ritmo alto, los goles… Todos esos ingredientes le dieron al partido un atractivo innegable y siempre deseable, pero cada toque de balón de Iago Aspas fue un regalo visual y auténtico petróleo para su equipo. El único jugador de una categoría claramente superior a los otros veintiún futbolistas que estaban pisando el césped al unísono.
LO PEOR: El Espanyol es un equipo con una estructura muy sólida; que sabe muy bien qué, cómo y cuándo actuar; pero que echa mucho de menos una figura dinámica y acaparadora en tres cuartos para cuando tiene que llevar la iniciativa de forma continua e inexcusable que junte al equipo en campo contrario. Contra diez toda la segunda parte, fue incapaz de arrinconar al Celta. Reyes entró demasiado tarde.
JUGADOR SPHERA (MVP): Iago Aspas
NOTAS (de aplicación en ligas de Futmondo)
Celta: Rubén Blanco (5); Hugo Mallo (4), Cabral (6), Fontàs (4), Jonny (6); Wass (8), Marcelo Díaz (5), Radoja (7); Iago Aspas (8), Guidetti (5), Pione Sisto (6).
Sustitutos: Sergi Gómez (6), Jozabed (6), Pape Cheikh (s.c).
Espanyol: Diego López (6); Marc Navarro (s.c), Duarte (6), Diego Reyes (5), Aarón (6); Hernán Pérez (6), Javi Fuego (5), David López (6), Piatti (8); Gerard Moreno (8), Caicedo (6).
Sustitutos: Javi López (7), Jurado (5), Reyes (s.c).