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Carreño: "Es un orgullo que me vean como el futuro de la Armada"

El tenista español Pablo Carreño no olvidará nunca el triunfo que logró hace trece días en la Copa Davis frente a Nikola Mektic por 7-6 (7-4), 6-1, 6-4 en el quinto punto de la serie que su país afrontó como visitante en Croacia.

«No lo olvidaré nunca porque vivimos una semana muy difícil, en la que llegamos como favoritos pero en la que estábamos afuera de casa», comentó en una entrevista con la agencia dpa en el torneo de Buenos Aires.

Nacido en Gijón, en el norte de España, Carreño vivió un fin de semana tremendamente emotivo ante Croacia, eliminatoria que supuso su debut en el Grupo Mundial. El tenista de 25 años desperdició tres match points en su partido de viernes ante Franko Skugor y dos días después consiguió el triunfo en el quinto punto.

«Perdí en el tie break de un quinto set muy dramático. Fue de esas derrotas de las que sales hundido. Pero conseguí recomponerme, darle la vuelta y salir al último punto para definir más tranquilo. Las cosas salieron bien», destacó.

El triunfo ante Mektic y el pase a los cuartos de final de la Davis volvieron a poner a Carreño en las portadas de los diarios y portales de noticias. Y, otra vez, con el cartel del «futuro de la Armada española».

Pablo Carreño durante la eliminatoria de Copa Davis | STR/AFP/Getty Images

Carreño Busta tiene 25 años y esa etiqueta le persigue desde los 19. «Espero que a los 35 no siga siendo la esperanza del tenis español», bromeó.

Sin embargo, reconoció que siente «orgullo» cada vez que escucha ese tipo de elogios. «Es un orgullo que me vean como el futuro de la Armada, que confíen en mí para seguir haciendo lo que han hecho esos grandes jugadores españoles. Pero, de momento, Rafa (Nadal) todavía sigue liderando, y también está Roberto Bautista Agut, a quien le queda mucho de carrera. Yo soy el tercer mejor español en el ranking», señaló el número 25 del escalafón.

A fines de 2011, Carreño finalizó en el lugar 136 del ranking mundial, pero al año siguiente una lesión en la espalda lo obligó a pasar por el quirófano. Cuando estuvo listo para volver, después de cinco meses lejos de las canchas, se vio en el puesto 715.

En 2013 volvió a mostrar su calidad, sobre todo en el torneo de Oeiras, en Portugal, donde llegó a semifinales tras vencer al francés Julien Benneteau, al belga David Goffin y al italiano Fabio Fognini. Solo el suizo Stan Wawrinka logró detenerlo.

Su consagración tardó sin embargo un poco más en llegar: fue en 2016, cuando ganó los títulos de Moscú y Winston-Salem además de alcanzar las finales de Estoril y Sao Paulo.

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