El joven piloto español afronta a su tercer año consecutivo en la Fórmula 1, tras su llegada en 2015 a la máxima categoría del Automovilismo. 2017 está marcado en rojo en el calendario del madrileño, tal y como él indicó, es un año de cambios y de pasos adelante que espera acaben con una gran recompensa al trabajo bien hecho.
Tras un 2014 donde Carlos Sainz se coronó campeón de la Formula Renault 3.5 Series al volante del DAMS, la escudería hermana de Red Bull Racing le brindó la oportunidad de dar el salto a la Fórmula 1 en 2015, una ocasión que el joven piloto del programa Red Bull no desaprovechó, ganándose de esa manera la continuidad en Toro Rosso, a pesar de tener al lado a Max Verstappen, el joven holandés que estaba y todavía está llamado a ser todo en este deporte.
Ya en la pasada temporada, 2016, Carlos Sainz se vio sorprendido en la quinta cita del año, en la que hubo un movimiento por sorpresa con su compañero de equipo, Vesrtappen y Kvyat intercambiaron asientos en Red Bull y Toro Rosso respectivamente. De todas maneras, el piloto madrileño no se descentró y siguió a lo suyo, rascar cada punto posible y sacar lo máximo de su SRT11. Así fue como hizo que varios equipos de la parrilla pusieran sus ojos en él, llamando la atención de los expertos de la categoría y consagrándose en la Fórmula 1.
(Mark Thompson/Getty Images)
A pesar de estar en la agenda de varias escuderías (Ferrari, Renault…), Carlos Sainz se ha visto por tercer año consecutivo subido al Toro Rosso, otra prueba más para el hijo del Bicampeón del Mundo de Rally. Eso sí, esta temporada no será otra más, es la más decisiva de todas las que ha vivido hasta el momento, en la que se enfrentará a un Daniil Kvyat con muchas ganas de demostrar en su segunda oportunidad y a una presión que le podría hacer dar un paso adelante o truncar su carrera en la F1.
¿Por qué 2017? Muy fácil, el programa de Red Bull es corto, no dura toda la vida. A pesar de gustar mucho a la cúpula del equipo, no hay hueco salvo espantada inesperada de Ricciardo o Verstappen, por otra parte, el español tiene muchas otras puertas que se le podrían abrir, como son las de Renault, Ferrari, Williams o la misma McLaren si su compatriota y amigo Alonso acaba dejando libre su asiento a final de año.
Dicho esto, sólo nos queda ver que depara la temporada y si Carlos Sainz mantiene sus altas exigencias, de ser así, se aseguraría un puesto en la parrilla de los próximos años. Tal y como dijo el madrileño, él ya está preparado para luchar por todo en F1: «Creo que soy capaz de batir Hamilton, Vettel, Fernando (Alonso), a todos los pilotos de los grandes equipos. Sólo necesito el material adecuado».
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