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Caperucita era el lobo

No hay rival pequeño. El Wolfsburgo se impone por 2-0 ante un Madrid horrendo. Un penalti dudoso y el esperpento defensivo de los madridistas abrieron el apetito del lobo. En los últimos 20 minutos de la primera parte, el Wolfsburgo se creció y Danilo, único cambio de Zidane respecto al Camp Nou, rindió a merced de Draxler, el mejor del partido, quién estuvo colosal durante todo el partido. Con cambios tardíos y la lesión de Benzema, el Madrid no tuvo respuesta y no pudo anotar ni siquiera un gol en la segunda mitad. Tal es así, que se han metido en la boca del lobo y el próximo martes, una vez más, el Santiago Bernábeu dictará sentencia del suicidio de los de Zidane.

Del partido, a destacar, los minutos iniciales que dejaban entrever lo que la lógica engañosa nos dice con asiduidad. No hay rival pequeño y no existe el favorito. Muchos ahora entienden el cabreo de Guardiola en rueda de prensa en el día de ayer. Desde el inicio el Madrid dominaba y buscaba abrir el marcador hasta la llegada del minuto 20. Gol anulado a Ronaldo, mano a mano de Benzema y un peligro que acechaba en la cueva del lobo.

En esas, el Volkswagen Arena despertó. Casemiro en una acción dudosa cometió penalti y el partido nunca más volvió a ser el mismo. 1-0 para los locales tras el gol de Ricardo Rodríguez. Primer gol encajado de Keylor Navas en la Copa de Europa y primera noche donde el miedo sembraba en el interior de los blancos. Nadie supo gestionar la batalla contra su ser interior; el Madrid se volvió loco, si de normal no hay plan, hoy no hubo ni juego. Bale, el único valiente lo intentó hasta que desapareció. Lo mismo le pasó a Isco en la segunda mitad, de sus botas nacieron las jugadas más peligrosas del segundo tiempo. Fuera de ellos, no hubo una secuencia de pases suficiente para elaborar y la gestión emocional pudo con ellos. El Wolfsburgo, paciente y atrás, supo ver las carencias y se olvido del miedo y del respeto. Por momentos pareció un veterano en esto de las noches de Europa. El Madrid vivió con miedo hasta el final. El 3-0 era más cercano que el intento de remontaba blanca.

Caperucita, con cara de susto acabó siendo el lobo…y el Madrid se aferra a su estadio y a su gente. Ni eran tan buenos, ni hoy son tan malos. Los subestimaron y lo pagaron. Como no, el Real Madrid apelará al espíritu Juanito en su enésimo intento de remontada.

lobo

@PipeOlcina17 | 1995. Periodismo. Peor sería tener que trabajar, que decía en un cartel de la redacción del Times.

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