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Judo

Judo: ¡Buen trabajo, José Alberto!

Aquí yacen unas líneas que se destinaban hace cuatro años para celebrar el medio siglo sobre un tatami, tanto para competir como para impartir, que también es ministerio con muchos laureles y vital para que luego estén los que salen a batirse el cobre sobre el tapiz.

Vuelvo a retomar estos párrafos que entonces servían para hacerle guiño al protagonista aún a sabiendas que el resultado es un andrajo de boceto que apenas puede ilustrar lo que han dando de sí estos 54 años ejerciendo en un cosmos como es el del judo español, verter tinta sobre una trayectoria como la tuya es penetrar en terreno impracticable porque ahí hay muchas sentimientos de toda índole y es inútil buscar razones en las emociones.

Ahora el protagonista al igual que los grandes se va con el mayor de los sigilos y se de buena tinta que aborrece las cuasi esquelas u homenajes epistolares que se llevan prestando estas líneas desde e principio, no es ni era la intención desde luego, se también que ya guardas muchas y a todas sonríes lacónico quedándote para ti la ironía. Aparcas una actividad, la docencia la dejas en modo off, lo único que me alivia es que no es terminante porque todos sabemos lo imposible que resulta divorciarse del judo y sus múltiples facetas, esa también es otra cuestión infranqueable.

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LAS LÍNEAS DE JOSÉ ALBERTO VALVERDE

Permíteme José Alberto, desentrañar una ocasión que se presta a no tener desperdicio, desde el más descarado ejercicio de oportunismo periodístico y digital para mayor inri.

Verter ríos de tinta resulta imposible para hacer justicia a 50 años de dedicación en cualquier cometido, y menos en la docencia de un deporte que tiene entre otros muchos dones el de cautivar y activar comandos casi pasados de moda con sus etiquetas de respeto y deportividad ahora cerca del desuso en estos tiempos tan inciertos. El JUDO tiene la gracia y a veces el exquisito poder en algunas personas que parece que se les ha metido bajo el pellejo, se ha deslizado y ha hecho cosquillas hasta en el alma, y ya están perdidas, de sorpresa les ha tomado por el cuello, este es un fenómeno que desde luego merece un buen texto y no este que ya se va delatando más bien pobre con estas palabras mal juntadas. Eres de las personas que andan en esta frecuencia con esa pandemia tan contagiosa, lo sé porque el que me deja a veces caminar a su lado por el tatami es muy parecido.

Es también imposible plasmar las sensaciones del impacto que tienes sobre las personas que han pasado por tu academia, lo se de antemano y que vaya por delante.

Son 50 años, con sus obstáculos salvables e insalvables, valles de lágrimas, caminos de rosas, derrotas invencibles y marchas triunfales, aunque soy yo la menos indicada para poner letra a la lírica de las injurias del tiempo y las veleidades de la fortuna.

Reza el dicho que el tiempo es el más severo de los maestros, con lo difícil que es guerrear en el ejercicio de lo cotidiano, cuando a diario se lucha por el significado y respeto por uno mismo, por el trabajo bien hecho, por hacer lo correcto, pero TÚ te has aplicado el cuento, no hay más que verlo, oírlo y hasta leerlo a veces en algunas buenas reseñas de prensa.

Tengo fundadas sospechas que eres de los que usa el pasado como trampolín y no como sofá, y también que eres de los que piensa que la edad no da derechos, sino todo lo contario, obligaciones. Viste pasar y pararse a tu lado aquel inmortal oro del 92 y en lugar de dormirte en los laureles continuaste con el lado del JUDO más difícil y discreto, la DOCENCIA.

No creo en las etiquetas ni en lo oráculos que ya se han decidido por el mejor judoka de la historia en España, creo que eso sólo sucede cuando el tiempo se hace finito o lo que es peor y más triste cuando ya no existe el JUDO. Mientras tanto no queda otra que trabajar para ampliar los registros que tenemos y como dice Toni Nadal “Estamos aquí para mejorar lo que la naturaleza nos ha dado”

Conozco a un tipo que también peina canas y comienza su trabajo diciendo “No se cuando se volverán a cruzar nuestros caminos pero vengo con la determinación de daros todo lo que tengo” lo dice y lo hace, y por donde pasa también deja huella.

Montse Coque

El camino menos transitado Robert Frost

Dos caminos se bifurcaban en un bosque amarillo,

Y apenado por no poder tomar los dos

Siendo un viajero solo, permanecí largo rato

Mirando uno de ellos tan lejos como pude,

Hasta donde se perdía en la espesura;

Entonces tomé el otro, imparcialmente,

Y habiendo tenido quizás la elección acertada,

Pues era tupido y requería llevarlo

Aunque en cuanto a lo que vi allí

Hubiera elegido cualquiera de los dos.

Y ambos esa mañana yacían igualmente,

En las hojas ninguna huella negra había.

¡Oh, había guardado aquel primero para otro día!

Aun sabiendo el modo en que las cosas siguen adelante,

Dudé si debía haber regresado sobre mis pasos.

Debo estar diciendo esto con un suspiro

De aquí a la eternidad:

Dos caminos se bifurcaban en un bosque y yo,

Yo tomé el menos transitado,

Y eso hizo toda la diferencia

JoseAlbertoValverdeIII

Planeta Tierra. Casi dos lustros de andadura cubriendo judo español y no lo cambio por nada. Unas veces francotirador, otras paisajista. Me gusta el termino corresponsal, supone visión objetiva, global. Imparcial, es lo que se intenta.

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