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Brentford, 'Moneyball' en Championship

Thomas Carlyle ya decía hace dos siglos que «con los números se puede demostrar cualquier cosa». Una verdad absoluta que nosotros escuchamos diariamente, en esa tormenta de datos en la que estamos sumergidos. Los valores siempre son un indicador, una vara de medir que nos ayuda y orienta hacia nuestros propósitos. En el mundo del fútbol, es habitual guiarse por los números, aunque hay un equipo que cree ciegamente en ellos. Es el caso del Brentford FC, el club que rompe con los modelos habituales y decide basar el grueso su planificación en engranajes matemáticos.

Para intentar entender un poco este complejo sistema de gestión, hay que conocer al mandatario del club londinense, Matthew Benham. Un multimillonario que logró el mayor porcentaje de su fortuna mediante el fenómeno de las estadísticas y las casas de apuestas. Genio de las finanzas con una reputación a nivel mundial y con un estilo de negocio con sello propio; los números como la llave para todo.

Bajo esta premisa, Matthew Benham decidió embarcarse hace seis años en el mundo del fútbol con una premisa, hacer al Brentford un equipo grande mediante este método. Un reto exigente para el dirigente inglés, que tiene entre sus manos uno de los sueños de todo aficionado al fútbol, el poder hacer grande al equipo de tu infancia. Esencia de barrio, situado al oeste de Londres. El clásico equipo de tradición familiar, que nunca ha optado a grandes éxitos y ha estado rondando por categorías bajas del fútbol inglés. Una vida futbolística ligada a la League 2, con tímidas apariciones en Championship hace ya mucho tiempo. Ahora la situación es totalmente opuesta, son uno de los equipos llamados a optar al ascenso, aunque siempre por la via play-off. Así lo dicen los números.

Al terminar la temporada, la directiva saca las conclusiones de lo que ha deparado el año: el cumplimiento de lo planificado, el crecimiento del proyecto y el rendimiento del factor humano que se dispone. A raíz del veredicto final entre los directivos, se comenzará el preparativo de una nueva temporada.

La cúpula directiva, capitaneada por Benham, establece un objetivo para la campaña siguiente, siempre bajo el realismo de lo que se dispone y a lo que se puede aspirar. Mediante una serie de fórmulas secretas, se fijan los parámetros para poder acabar en la posición que previamente han determinado. Se rodea a ese sistema con el factor humano que los números consideran más efectivo; hay jugadores que, por sus balances, pueden resultar útiles y otros no tanto. Estas fórmulas secretas muestran los parámetros que hay que seguir para cumplir la meta, el cuerpo técnico y los jugadores serán determinantes en lograr el objetivo, si no se logra, quiere decir que el factor humano ha fallado y hay que sustituirlo.

Matizar que este método no es milagroso; se trabaja desde un crecimiento progresivo que ha ido experimentado el Brentford. Las formulas establecen la vía para poder alcanzar el éxito, pero es el trabajo del técnico, el rendimiento de los jugadores y un cúmulo de terceros lo que determinarán el final.

Fichajes que, por sus datos, estadísticas y porcentajes, se intuye que pueden ser el complemento perfecto a la plantilla. Todos los movimientos se hacen en consenso con las cifras. Es habitual ver al Brentford vender a los mejores activos y, con ese dinero, fichar tres o cuatro jugadores de categorías inferiores. Phil Giles y Rasmus Ankersen son los encargados de intentar explotar al máximo la parcela deportiva, que, hasta el momento, ha dado un excelente rendimiento. La excepción la marca el español Jota Peletero, que costó 1,5 millones de libras al conjunto londinense. Llegó al Brentford tras ser la auténtica revelación del Eibar que logró ascender a Primera. No cuajó un mal año, pero no rindió al nivel que su precio y las expectativas marcaron.

Conforme avanza la temporada se van viendo los resultados , valorando si lo que va sucediendo es acorde a lo planificado. Si la realidad no se corresponde a lo establecido al principio, quiere decir que falla el factor humano, y por tanto, debe de ser sustituido. Hay muchas circunstancias que pueden obstaculizar la consecución de los objetivos , aunque lo habitual es achacar la culpa a todo lo que rodea a los parámetros obtenidos de las fórmulas.

Por el momento, todo este planteamiento teórico está fallando en este curso. El Brentford ha caído en picado en Championship, asomándose a los puestos de descenso. Cinco derrotas consecutivas tienen la culpa, números que no corresponden a la dinámica que The Bees nos habían acostumbrado en los últimos años. La derrota por 5-0 ante el Norwich hizo saltar todas las alarmas; algo no está saliendo bien. Un equipo creado para intentar entrar en el play-off de ascenso a Premier está viviendo un momento complicado.

Una situación que preocupa a todo el entorno del club londinense, aunque no la consideran crítica. Las bajas y los desajustes defensivos están lastrando al equipo, aunque entre tanta incertidumbre hay una figura que expresa los valores de este club. Scott Hogan, delantero estrella del equipo y uno de los mejores de la categoría, está rindiendo a un nivel para tener en consideración. Suma 11 goles en 19 partidos. Una de las esperanzas del Brentford para revertir esta situación.

Scott llegó hace dos temporadas tras un buen año con el Rochdale de League 1. Las ecuaciones matemáticas mostraron que sus 17 goles con 21 años y la calidad mostrada, podían hacer de él un jugador de peso en categorías superiores con el paso del tiempo; y así fue. Un delantero de precisa habilidad para hacer gol; con muchos recursos ofensivos. Es poseedor de una gran arrancada, alcanza una notable velocidad en pocos segundos, lo que le permite zafarse de los defensores. Su clásica jugada es el desborde a los defensores, escorarse hacia un costado y definir al portero. Mezcla habilidad, con grandes movimientos y el oportunismo de un killer de área. Un delantero que, si sigue así, pronto lo veremos en Premier.

Smith, manager del club y otro parámetro humano, está siendo duramente criticado, algunos medios apuntaban a la perdida de confianza de la directiva. Hogan salió en defensa del actual manager explicando que «jugamos para sacar esto adelante y tenemos un objetivo claro. Él es la persona indicada para llevarnos a la Premier League». Unas palabras ambiciosas, como los objetivos del Brentford a principio de temporada. Un deseo que no se asemeja a la realidad y que, por ahora, es difícil de revertir. Lo planificado no está saliendo como se planificó, los siguientes resultados determinarán si el factor humano es el culpable. Un club con fe en su planificación y en su sistema. Una de las claves del éxito, crecer creyendo ciegamente en lo que haces.

Periodismo y Comunicación audiovisual. Apasionado de lo que hay detrás del fútbol.

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