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Alavés

Bravo equipo albiazul, que resurges potente otra vez

Álava en general y Vitoria-Gasteiz en particular suelen ser sitios muy tranquilos. Con pocos sobresaltos. Viven por kilómetro cuadrado poco menos de 110 personas, la mayoría en la capital. Pero de vez en cuando algo rompe el orden y llama la atención de todos y cada uno de los alaveses. A veces el baloncesto, y últimamente el fútbol.

No hace mucho tiempo, un lustro atrás, cuatro gatos acompañaban al Alavés en Segunda B. Pero unas de las claves de la escalada del ‘Glorioso’ ha sido la masa popular que ha sabido reunir. La grada y el equipo se retroalimentan: con las gradas llenas el equipo juega mejor, y como se gana más, las gradas se llenan. Ahora, en Primera División,asisten de media 15.388 aficionados a Mendi, un 77,5% de su capacidad.

Al Vicente Calderón asistirán muchísimos más babazorros. La gente está contando los días desde aquel 8 de febrero, desde que aquel gol de Edgar nos dio el billete para disputar nuestra primera final de la Copa del Rey. Esto es la historia de casi cien años del Alavés: mucho sufrimiento, pero de vez en cuando, una alegría.

Pero todavía puede ser mayor. Las gradas de Mendizorrotza cantaban en segunda “otra vez en Europa quiero verte jugar”. Parecía un sueño lejano, pero ahora tan solo está a 90 minutos. Será complicado, pero el Alavés luchará hasta el final: después de la final de la UEFA perdida en el minuto 117, después de la remontada contra la Real Sociedad para evitar el descenso, después del gol de Guzmán al Jaén, después de agonizar por las deudas, el Alavés tiene una oportunidad de traer un trofeo a Vitoria- Gasteiz.

Como dice el himno del club, “Vitoria ha puesto en ti, su esperanza y su gran ilusión, de que llegues a ser de tu grupo algún día campeón”. Ahora es el momento de ganar. Ahora es nuestro momento. Sólo nos queda disfrutar con el Glorioso tras tanto sufrimiento.

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