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Borja Iglesias: “Cuando ves que el delantero que te disputa el puesto está muy bien, tú tienes que estar mejor”

El Real Betis es un club en el que la ambición y la exigencia no se negocian. Lo es por su afición, una de las más pasionales del territorio español. Y lo es por el propio equipo, donde cada vez está más caro ser titular. Una de las posiciones en las que más evidente resulta este nivel de exigencia es la del delantero centro. Borja Iglesias terminó siendo decisivo en la clasificación del Real Betis para la Europa League y anotó el gol de la victoria en el último partido, ante el Alavés. Sin embargo, Willian José ha caído de pie en el conjunto sevillano, por lo que la competencia en esa demarcación está asegurada y eso es una gran noticia para Pellegrini y todo el beticismo. Borja habló en el canal de Twitch de Sphera Sports sobre sus retos y los del Real Betis esta temporada, sobre qué significa jugar en el club verdiblanco, sobre la figura de Pellegrini y sobre la posibilidad de ser algún día convocado por la Selección.

¿Qué tal va todo, Borja?

Esta última semana fue un poco extraña. Entre que no competíamos hasta el lunes y que ha habido parón de selecciones se hizo un poco larga la vuelta a la Liga.

¿Qué opinas sobre la carga de partidos que tenéis?

Es duro, sobre todo para los jugadores que no descansan en los parones de selecciones.    Lo es para todos, pero especialmente para ellos. Habrá gente que piensa que está bien así, pero lo más importante es cuidar a los jugadores. Igual merece más la pena menos y de más calidad. Pero entiendo que consideran que así está bien y no soy nadie para llevarles la contraria. Yo estoy encantado de jugar, pero hay momentos en los que se hace duro.

¿Trabajáis mucho en el Betis la salud mental?

Cada momento es un mundo y cada persona lo vive de una manera distinta. La salud mental es algo que podemos trabajar todos de manera relativamente sencilla. No es necesario estar muy mal para trabajarla. Yo he recurrido muchas veces. Cuando las cosas van bien tengo una reunión mensual con María, que es mi psicóloga. Pero en momentos de más tensión recurro a ella con bastante frecuencia para intentar prevenir que el problema de estrés no se agrande. Invito a todo el mundo a que se cuide.

¿Qué piensas sobre la Superliga?

En el momento en el que eliminas la meritocracia el fútbol carece de sentido. Qué bonito es que el Ajax se plante en unas semifinales de la Champions sin entrar en las quinielas o que el Leicester gane la Premier League. Si nos metemos en cosas tan cerradas y en una estructura tan privada se va a perder la esencia del fútbol y el motivo por el que tanto nos engancha. Muchas veces nos vemos reflejados como sociedad en el fútbol, por eso engancha tanto. Ves que alguien que viene de un barrio donde no tiene nada se convierte en una estrella. Son casos excepcionales, pero son historias preciosas que nos motivan. El modelo puede generar mejores beneficios pero la meritocracia tiene que ser uno de los valores fundamentales. ¿Sin la gente qué sentido tiene esto?

¿Ves cerca la posibilidad de ir convocado con la Selección? Has sonado con fuerza más de una vez para ser internacional.

Es precioso cuando te ves en las quinielas por entrar en una convocatoria de la Selección. Tienes ese ‘rún-rún’. He vivido noches preciosas previas a la convocatoria simplemente por la ilusión de poder estar. No sabía si iría o si no, pero cuando lo escuchas continuamente te preguntas: “¿Y si voy?”. Son horas bonitas, son sensaciones que te motivan. Y todo pasa por rendir bien con tu equipo y tener una buena racha. Ahora estoy en un gran momento. Estoy feliz. Tengo que estar más acertado de cara a portería pero el equipo genera situaciones de gol y a partir de ahí, si el equipo está bien, meto goles y alguien considera que tengo que estar en una lista, yo estaría encantado. Ir convocado con la selección es la mayor ilusión que tengo desde que pienso en el fútbol profesional.

¿Qué tal es tu relación con Pellegrini?

En 2021 el ratio de victorias del club ha crecido una barbaridad. Pellegrini es un entrenador de equipo grande, que está acostumbrado a ganar. Hay que darle mucho valor a ganar, pero hay que pensar en la siguiente. El míster tiene una idea de juego muy clara y tiene una virtud que es mantener a toda la plantilla activada.

¿Qué tal con Willian José? ¿La competencia mejora el rendimiento individual?

Sin duda. Mi relación con Willy es muy buena. Llevamos tiempo jugando el uno contra el otro. Puedo aprender mucho de él. Entiende el fútbol con una facilidad tremenda, tiene mucha calidad y mucho gol. Los dos nos respetamos y creo que podemos llegar a jugar juntos, ya que somos complementarios. Cuando ves que el delantero que te disputa el puesto está muy bien y está haciendo goles, tú tienes que estar mejor y aportar más cosas, y eso ayuda a que trabajes más, estés más concentrado e intentes superarte. A veces cuando llega alguien la primera idea es: “Joder, qué putada”. Pero luego la realidad es que la competencia te hace mejor. He vivido con delanteros de nivel toda la vida y ellos me han hecho mejor y, en parte, lo que soy ahora.

¿Qué influencia tiene Joaquín en el vestuario?

Poco os puedo decir que no sepáis. Tiene un carácter extrovertido, nos hace disfrutar en el día a día, y eso ayuda a que haya una mayor cohesión de grupo. Nos hace sentir un grupo de amigos, una familia. Y como futbolista tiene una cantidad de recursos que ya me gustaría a mi tenerla. Con 40 años tiene compromiso e ilusión. Cada vez que participa aporta muchísimas cosas que solo tiene él porque es un jugador especial. Ha jugado casi 600 partidos en LaLiga. Tenemos la gran suerte de disfrutarlo cada día.

Tu temporada pasada es peculiar. Hay una primera fase en la que el balón no entra y terminas siendo decisivo para que el equipo entre a Europa.

Fue una temporada curiosa. Empecé jugando y el equipo empezó bien. Luego el míster decidió que tenía que entrar Sanabria y el equipo siguió bien. Pasamos por baches y la realidad es que hasta enero participaba pocas veces. Jugaba mis 15-20 minutos, pero no terminaba de estar cómodo. Y sobre todo tenía la sensación de que no tenía ocasiones. Trabajaba, intentaba aportar cosas lejos del área… Pero cerca del área no era capaz de generar ni para mí ni para el resto. Pero es cierto que desde enero y sobre todo desde el partido de Copa del Rey en el que meto dos goles en la prórroga, tanto mi sensación como la grupal era que íbamos hacia arriba. Tuve la suerte de que terminé participando mucho y metí goles. Hasta enero hice un gol en la Liga y desde enero hice doce. La diferencia es abismal. Terminar metiéndonos en Europa después de los baches por los que pasamos fue muy bonito. A pesar de que no fue una temporada completa, fue de las temporadas en las que más he aprendido y sobre todo de las que más he disfrutado. Había ganas de volver a Europa con el Betis.

¿Cómo es la vida del delantero?

Para mí es la más bonita y es la manera que tengo de entender la vida. Es como un símil con lo que pasa en la vida de cualquier persona: tenemos etapas en las que parece que va todo rodado y todo es fantástico y hay otras en las que, aparentemente, no has cambiado nada y hay complicaciones. Esos momentos son importantes para crecer. Ser delantero es precioso. Es una posición muy agradecida. Cuando metes goles todo el mundo piensa en ti y eso a veces tampoco es justo porque los otros compañeros están generando para ti. Pero la portada va para el delantero y es posible que no la hayas merecido. Un central o un portero hacen un partido perfecto pero si en la última jugada cometen un error que cuesta un gol en contra y pierdes 0-1 ya es un drama. Has hecho un partido perfecto pero sales tú en la foto porque te has resbalado. Yo puedo estar horrible todo el partido, pero cazo la última, la meto y ganamos 1-0 y “qué bueno es Borja”. Y tampoco es justo, pero es la realidad.

¿Qué valoración haces del nivel del equipo?

Tenemos una plantilla muy buena, con casi todas las posiciones dobladas. La sensación es que todos estamos muy enchufados y eso ayuda a que el equipo rinda mejor. La línea es similar a la de la temporada pasada. Estamos generando más en ataque. Tenemos a varios jugadores que pueden ganar partidos por sí solos y generar situaciones de gol. Fekir es una delicia de jugador. Es uno de esos futbolistas por los que te sientas a verlo. Te sorprende desde el primer control. Canales, Tello, Lainez… Hay muchos jugadores de un alto nivel técnico.

¿El objetivo es volver a entrar en Europa?

Esa es la idea. La exigencia es mayor porque tenemos tres competiciones pero creo que tenemos una plantilla acorde a lo que se exige. Sería mentirte decirte que no tenemos que pelear por volver a estar en Europa.

¿Cómo fue para vosotros jugar en un Benito Villamarín sin público? ¿Y qué tal la ciudad?

Fue duro. Uno de los motivos más grandes para venir al Betis era la atmósfera que viviría al jugar en casa. Recuerdo venir al Villamarín y terminar el partido con la sensación de que el Betis tenía algo más, y así era. El día del Celtic nos transmitieron una energía brutal. Y lo bonito de Sevilla es que la mayoría son béticos. Es una ciudad con un gran ambiente de fútbol por parte de los dos clubes. La vida es fantástica, hay mucho ocio y un clima tremendo. Estoy muy feliz aquí.

¿Te has planteado jugar en alguna otra liga?

De pequeño te habría dicho el Inter porque tenía un equipazo. Estoy feliz en el Betis. Quiero estar muchos años aquí. Pero siempre tienes inquietudes. La Premier League me llama y me motiva. Ahora mismo no pienso en otra cosa que no sea el Betis porque estoy en el sitio y el momento ideal para hacer cosas bonitas, pero nunca se sabe. Es posible que en algún otro momento de mi carrera viva otras experiencias que me nutran como futbolista y sobre todo como persona.

¿Cómo definirías tus etapas como jugador?

El Celta fue mi acercamiento al fútbol profesional. Fue cuando me planteé que podía dedicarme al fútbol. Para mí fue un sueño. Siempre había soñado con jugar en un equipo profesional. Mi etapa en Zaragoza es mi primera etapa como profesional al 100%. Era cumplir el sueño. Ahí asumí que estaba preparado para competir al máximo nivel. Es el año que recuerdo con más cariño porque significó romper muchas barreras a nivel mental. Sentí mucha pena por no lograr el ascenso. Ir al Espanyol era dar otro paso adelante. Me lo tomé como la prueba definitiva. Tenía mucho mérito lo que había hecho hasta entonces, pero era el momento de demostrar. Fue el asentamiento. Fichar por el Betis era mi reto de mayor exigencia. El primer año fue un tanto complicado. Me adapté un poco más lento que en los otros sitios, pero a la vez fue el periodo en el que más maduré y más crecí. Asumí que hacía falta más de lo que había hecho hasta ahora. A pesar de que no esté en los números de antes de estar en el Betis, me encuentro en el mejor momento de mi carrera y estoy seguro de que llegará mi momento.

Imagen de cabecera: Getty Images

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