Las etiquetas dividen, seleccionan, atribuyen parámetros, de los que muy difícilmente se saldrá más adelante. Sólo la ilusión generará el esfuerzo por cambiar, y sólo el esfuerzo hará que la recompensa, premio o meta llegue finalmente.
Bojan Krkic salió a la luz mediática como un joven delantero que había conseguido grandes marcas goleadoras en la fructífera cantera del FC Barcelona. Su nombre salió a la palestra, más todavía cuando comenzó a tener minutos con la primera plantilla del conjunto azulgrana, pese a su juventud. Quizás ésto hizo que se ganara el cariño de la afición. Su aspecto de niño comparado con el resto hacía que recibiera más apoyo de la grada, pero al mismo tiempo que los flashes directos de ser delantero en una de las potencias europeas, quizás, no le ayudaron precisamente.
Pronto comenzaron las comparaciones, por edad y rendimiento, con casos anteriores del fútbol español como Raúl González Blanco. Una presión innecesaria, fuera de lugar, que acabaría por difuminando una progresión bestial. Evidentemente, acabó siendo relegado a un segundo plano, y finalmente todo se tradujo en una salida del club.
Muchas críticas, quizás demasiada, durante aquellos últimos años. Sin embargo, su historial de clubes, pese a sólo tener en la actualidad 24 años, reflejan que se trata de un delantero óptimo, apto, más que correcto. Un delantero catalán que ha militado, pese a su juventud, en clubes de la talla europea y mundial como FC Barcelona, Roma, AC Milan o Ajax, entre otros, para ahora estar viviendo su primera etapa en el fútbol inglés, en las filas del Stoke City.
Una etapa en Stoke-On-Trent que ya empieza a dar sus frutos de forma óptima, siendo quizás una de sus mejores actuaciones de los últimos años. En verano se hacía oficial su marcha a la Premier League, y el morbo de verle junto a Peter Crouch, por aquello de la diferencia de físicos, hizo que muchos activaran el foco mediático hacia el siempre romántico Britannia Stadium.
Bojan no comenzó con pétalos de rosa a sus pies precisamente en Inglaterra. No acababa de tener minutos, y su rendimiento no brillaba como muchos podrían pensar. Sin embargo, en las últimas semanas, sus cifras goleadoras comienzan a coger peso, y su protagonismo, sobre todo a domicilio, como visitante, comienzan a ser determinantes para los Potters.
Frente al Rochdale, en la 4ª ronda de la FA Cup, el atacante volvería a marcar para los suyos, consiguiendo un gol de bella factura, tras empalmar un balón desde la frontal del área. De nuevo, a domicilio, abriendo el marcador, y aportando para que el Stoke City. Bojan sigue abriéndose camino en el fútbol británico, y la etapa que está firmando en su tercera gran liga (tras jugar en Italia y España) comienza a dar sus frutos.
Sin embargo, muchos siguen viéndole como aquella promesa que irrumpió en la actualidad del FC Barcelona y que finalmente tuvo que salir por la puerta de atrás. Muchos son los que creen que se trata de un delantero mediocre, o del montón, como dirían en cualquier debate popular un lunes por la mañana en una barra de bar con café y churros recién hechos. Quizás, críticas desmesuradas e injustas. Su nivel no ha alcanzado el primer escalón mundial, seguramente tampoco el segundo, pero su historial deportivo da cabida a equipos considerados potencias mundiales, y evidentemente debe ser porque se trata de un delantero notable.
Quizás en el Stoke haya encontrado su primer proyecto que vive en la sombra de las grandes potencias. Ahora su día a día no está rodeado de flashes. Un equipo que seguramente se adapte a la tranquilidad mediática, que no relajación, que necesita para volver a su mejor nivel. Visitar grandes estadios como Stamford Bridge, Old Trafford, Emirates Stadium o Etihad Stadium, por comentar algunos, y volver a casa. Esa es su motivación. Esa es su satisfacción. Rendir, dar la cara y volver a casa, a su tranquilo hogar situado y localizado en Stoke-On-Trent.
Una nueva etapa para Bojan Krkic que, en sus primeros meses, se está traduciendo en datos y cifras positivas. Quizás, en Inglaterra, ha encontrado el proyecto necesario para volver a encontrar su confianza, para comenzar de nuevo a dar sus mejores frutos futbolísticos.
