La sexta jornada de las eliminatorias sudamericanas dejó una imagen lamentable. El partido que enfrentaba a Brasil y Argentina en Maracaná tuvo que ser retrasado debido a los altercados que se produjeron en la grada.
Los jugadores de la actual campeona del mundo se acercaron al lugar para intentar calmar la situación; puesto que en el lugar donde las fuerzas policiales intervinieron se encontraban algunas familias argentinas. Decidieron retirarse del terreno de juego y no disputar un encuentro que, debido a las circunstancias, pasó a ser secundario. Finalmente, el partido se disputó media hora más tarde de la hora establecida.
Otro capítulo, lleno de polémica, lo protagonizó el encuentro que se jugó en el Estadio nacional de Perú. Antes del partido, se anunció que las autoridades peruanas realizarían un control de identidad a los venezolanos.
Además, el encuentro entre Perú y Venezuela dejó otra triste imagen para el fútbol. Los jugadores de la Vinotinto quisieron lanzar sus camisetas a su afición, pero las fuerzas policiales no lo permitieron y ocasionó el enfado de los futbolistas. Algunos de ellos fueron agredidos por la policía.