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Betis 2-0 Eibar: lo mejor, lo peor y las notas
Más que de resurrección, se avecinaba un domingo de insurrección en el Benito Villamarín. Sobre todo en un beticismo a punto de sobrepasar el límite entre el hastío y el enfado para volver a cargar con fuerza contra directiva, dirección deportiva, entrenador y plantilla; pero también en un Eibar que tenía enfrente una nueva ocasión para encaramarse desde la humildad de su esencia y el virtuosismo de su estilo, a las plazas europeas habitualmente destinadas a los clásicos más poderosos de La Liga.
Desde la misma alineación, las cosas no parecían ir de cara para Víctor Sánchez del Amo, que tenía que dejar fuera de la lista a Sanabria -por molestias musculares- y también a Rubén Castro, debido a los mismos problemas intestinales por los que su prácticamente único dinamizador de juego y desequilibrio ofensivos, Dani Ceballos, comenzó el partido en el banquillo, confirmando de una tacada tres ausencias vitales y de última hora.
Sin embargo, como a menudo suele ocurrir, el viento sopló de cara a los intereses verdiblancos cuando los malos presagios no hacían sino acrecentarse a cada noticia previa al pitido inicial, ya que apenas un minuto después del comienzo del choque, Jonas Martin abría el marcador con un testarazo de libro tras un centro corto y tenso de Rafa Navarro, precedido a su vez por una buena combinación entre el joven canterano, Joaquín y Brasanac por el costado diestro.
????⚽️????#DíaDeBetis #RealBetisEibar pic.twitter.com/HvJ4VxPjVw
— Real Betis Balompié (@RealBetis) 16 de abril de 2017
Un gol más tempranero imposible que se convertía en un botín más que suficiente para que el Betis se echase totalmente en brazos de su prioritaria impronta defensivista, la gran cruz de Víctor de cara a la afición más allá de los discretos resultados cosechados hasta ahora, y el cuero pasase a ser propiedad privada eibarresa, con mucho peso en sus posesiones por banda derecha a través del líder del equipo sobre el campo, Pedro León. Pese a ello, la estructura defensiva verdiblanca era demasiado espesa para un Eibar falto de chispa, al que le costaba horrores ser profundo y que únicamente dispuso de una ocasión durante la primera mitad con un remate de cabeza de Ramis, al cuarto de hora de juego, que se perdió a la derecha de Adán tras un saque de esquina.
Los parones por faltas, la brecha brecha causada fortuitamente por Bruno a Kike García en un lance aéreo, el cambio obligado de Ramis por Gálvez, y las estériles posesiones propias, detuvieron en seco el ritmo atacante de los de Mendilibar ante un Betis que contaba con Rubén Pardo como insuficiente lanzador y con los carriles como solitarios conductos de ritmo ofensivo, hasta que Joaquín se quitó unos años de encima en un par de acciones a balón parado que a punto estuvieron de redoblar el premio bético de forma sorprendente justo antes del descanso. La primera, con una falta lateral botada directamente a puerta que Yoel rechazó mientras el 17 verdiblanco pedía airosamente que la había sacado de dentro. Y la segunda, con un lanzamiento más lejano y frontal que Pezzella peinó hacia atrás en un remate que se marchó por poco.
Cada día que juega en el Villamarín es un regalo para los béticos. ????????#RealBetisEibar pic.twitter.com/QxNqHvwwTE
— LaLiga (@LaLiga) 16 de abril de 2017
El Betis salió dispuesto a sentenciar el partido durante los primeros compases tras el descanso y Durmisi, con un nuevo tiro libre, fue quien más cerca estuvo de conseguirlo, aunque su lanzamiento de zurda se marchó elevado. Con el paso de los minutos, los de Víctor volvieron a plantar en el área propia el centro de gravedad de su bloque. Una barrera que seguía siendo demasiado poderosa para un Eibar que, de todos modos, gozó de una oportunidad de gol aislada pero cristalina con un balón perdido que recogió Gálvez dentro del área, y cuyo disparo desvió Adán en el uno contra uno para salvar a su equipo de manera providencial en el 70′ de partido.
Víctor volvió a darle otra vuelta a la hormigonera para poner más cemento, con Donk y Petros, a su centro del campo. Una medular en la que Ceballos había sido el primer cambio del técnico madrileño y en la que el utrerano volvió a demostrar, en la media hora escasa que estuvo sobre el césped, que es el mejor futbolista del equipo. Una conducción prolongada y vertical, cuando el cronómetro rayaba en el 90′ de juego, la culminó con un disparo raso y cruzado que acabó besando las mallas y amarrando una victoria más balsámica que festejada por parte de un Betis que con ella certifica la permanencia, a la espera de que su anhelada resurrección pueda empezar por fin a cristalizar el próximo curso. Con o sin Víctor mediante.
¡Marcar tu primer gol en #LaLigaSantander en tu partido 100 con el Betis!
¿Lo has hecho a propósito, Dani? ????????#RealBetisEibar pic.twitter.com/f7eQUZ15dN
— LaLiga (@LaLiga) 16 de abril de 2017
LO MEJOR: Más allá del par de arrebatos de genialidad -desgraciadamente cada vez más escasos- por parte de Joaquín, lo mejor de este Betis es al mismo tiempo lo que con toda lógica menos gusta entre la hinchada verdiblanca cuando los resultados no acompañan, porque la estética y la ambición de la propuesta tampoco lo hacen. Y no es otra cosa que la mentalidad y la estructura defensivas que hoy frenaron al buen Eibar de Mendilibar, pero que tantas otras veces han propiciado que la manta se le quedase excesivamente corta a un Víctor Sánchez del Amo cuya idea cada vez convence menos entre la mayoría de la afición bética.
LO PEOR: La improductividad por parte de un Eibar que constreñido por el Betis a ejercer el control del juego, nunca logró hallar mecanismos para encontrar posiciones francas de remate en zona de finalización. Esta vez, la sola presencia de un Pedro León bien controlado y sin socios cercanos, no fue suficiente para competir por los tres puntos.
JUGADOR SPHERA (MVP): Germán Pezzella
NOTAS (de aplicación en ligas de Futmondo)
Betis: Adán (7); Rafa Navarro (7), Bruno (6), Pezzella (8), Tosca (6), Durmisi (6); Brasanac (5), Rubén Pardo (6), Jonas Martin (7); Joaquín (7), Álex Alegría (5).
Sustitutos: Ceballos (7), Donk (s.c.), Petros (s.c.).
Eibar: Yoel (5); Capa (5), Ramis (5), Lejeune (5), Luna (5); Pedro León (6), Dani García (4), Escalante (4), Bebé (4); Sergi Enrich (5), Kike García (5).
Sustitutos: Gálvez (5), Inui (5), Cristian Rivera (5).
Más que de resurrección, se avecinaba un domingo de insurrección en el Benito Villamarín. Sobre todo en un beticismo a punto de sobrepasar el límite entre el hastío y el enfado para volver a cargar con fuerza contra directiva, dirección deportiva, entrenador y plantilla; pero también en un Eibar que tenía enfrente una nueva ocasión para encaramarse desde la humildad de su esencia y el virtuosismo de su estilo, a las plazas europeas habitualmente destinadas a los clásicos más poderosos de La Liga.
Desde la misma alineación, las cosas no parecían ir de cara para Víctor Sánchez del Amo, que tenía que dejar fuera de la lista a Sanabria -por molestias musculares- y también a Rubén Castro, debido a los mismos problemas intestinales por los que su prácticamente único dinamizador de juego y desequilibrio ofensivos, Dani Ceballos, comenzó el partido en el banquillo, confirmando de una tacada tres ausencias vitales y de última hora.
Sin embargo, como a menudo suele ocurrir, el viento sopló de cara a los intereses verdiblancos cuando los malos presagios no hacían sino acrecentarse a cada noticia previa al pitido inicial, ya que apenas un minuto después del comienzo del choque, Jonas Martin abría el marcador con un testarazo de libro tras un centro corto y tenso de Rafa Navarro, precedido a su vez por una buena combinación entre el joven canterano, Joaquín y Brasanac por el costado diestro.
????⚽️????#DíaDeBetis #RealBetisEibar pic.twitter.com/HvJ4VxPjVw
— Real Betis Balompié (@RealBetis) 16 de abril de 2017
Un gol más tempranero imposible que se convertía en un botín más que suficiente para que el Betis se echase totalmente en brazos de su prioritaria impronta defensivista, la gran cruz de Víctor de cara a la afición más allá de los discretos resultados cosechados hasta ahora, y el cuero pasase a ser propiedad privada eibarresa, con mucho peso en sus posesiones por banda derecha a través del líder del equipo sobre el campo, Pedro León. Pese a ello, la estructura defensiva verdiblanca era demasiado espesa para un Eibar falto de chispa, al que le costaba horrores ser profundo y que únicamente dispuso de una ocasión durante la primera mitad con un remate de cabeza de Ramis, al cuarto de hora de juego, que se perdió a la derecha de Adán tras un saque de esquina.
Los parones por faltas, la brecha brecha causada fortuitamente por Bruno a Kike García en un lance aéreo, el cambio obligado de Ramis por Gálvez, y las estériles posesiones propias, detuvieron en seco el ritmo atacante de los de Mendilibar ante un Betis que contaba con Rubén Pardo como insuficiente lanzador y con los carriles como solitarios conductos de ritmo ofensivo, hasta que Joaquín se quitó unos años de encima en un par de acciones a balón parado que a punto estuvieron de redoblar el premio bético de forma sorprendente justo antes del descanso. La primera, con una falta lateral botada directamente a puerta que Yoel rechazó mientras el 17 verdiblanco pedía airosamente que la había sacado de dentro. Y la segunda, con un lanzamiento más lejano y frontal que Pezzella peinó hacia atrás en un remate que se marchó por poco.
Cada día que juega en el Villamarín es un regalo para los béticos. ????????#RealBetisEibar pic.twitter.com/QxNqHvwwTE
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El Betis salió dispuesto a sentenciar el partido durante los primeros compases tras el descanso y Durmisi, con un nuevo tiro libre, fue quien más cerca estuvo de conseguirlo, aunque su lanzamiento de zurda se marchó elevado. Con el paso de los minutos, los de Víctor volvieron a plantar en el área propia el centro de gravedad de su bloque. Una barrera que seguía siendo demasiado poderosa para un Eibar que, de todos modos, gozó de una oportunidad de gol aislada pero cristalina con un balón perdido que recogió Gálvez dentro del área, y cuyo disparo desvió Adán en el uno contra uno para salvar a su equipo de manera providencial en el 70′ de partido.
Víctor volvió a darle otra vuelta a la hormigonera para poner más cemento, con Donk y Petros, a su centro del campo. Una medular en la que Ceballos había sido el primer cambio del técnico madrileño y en la que el utrerano volvió a demostrar, en la media hora escasa que estuvo sobre el césped, que es el mejor futbolista del equipo. Una conducción prolongada y vertical, cuando el cronómetro rayaba en el 90′ de juego, la culminó con un disparo raso y cruzado que acabó besando las mallas y amarrando una victoria más balsámica que festejada por parte de un Betis que con ella certifica la permanencia, a la espera de que su anhelada resurrección pueda empezar por fin a cristalizar el próximo curso. Con o sin Víctor mediante.
¡Marcar tu primer gol en #LaLigaSantander en tu partido 100 con el Betis!
¿Lo has hecho a propósito, Dani? ????????#RealBetisEibar pic.twitter.com/f7eQUZ15dN
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LO MEJOR: Más allá del par de arrebatos de genialidad -desgraciadamente cada vez más escasos- por parte de Joaquín, lo mejor de este Betis es al mismo tiempo lo que con toda lógica menos gusta entre la hinchada verdiblanca cuando los resultados no acompañan, porque la estética y la ambición de la propuesta tampoco lo hacen. Y no es otra cosa que la mentalidad y la estructura defensivas que hoy frenaron al buen Eibar de Mendilibar, pero que tantas otras veces han propiciado que la manta se le quedase excesivamente corta a un Víctor Sánchez del Amo cuya idea cada vez convence menos entre la mayoría de la afición bética.
LO PEOR: La improductividad por parte de un Eibar que constreñido por el Betis a ejercer el control del juego, nunca logró hallar mecanismos para encontrar posiciones francas de remate en zona de finalización. Esta vez, la sola presencia de un Pedro León bien controlado y sin socios cercanos, no fue suficiente para competir por los tres puntos.
JUGADOR SPHERA (MVP): Germán Pezzella
NOTAS (de aplicación en ligas de Futmondo)
Betis: Adán (7); Rafa Navarro (7), Bruno (6), Pezzella (8), Tosca (6), Durmisi (6); Brasanac (5), Rubén Pardo (6), Jonas Martin (7); Joaquín (7), Álex Alegría (5).
Sustitutos: Ceballos (7), Donk (s.c.), Petros (s.c.).
Eibar: Yoel (5); Capa (5), Ramis (5), Lejeune (5), Luna (5); Pedro León (6), Dani García (4), Escalante (4), Bebé (4); Sergi Enrich (5), Kike García (5).
Sustitutos: Gálvez (5), Inui (5), Cristian Rivera (5).