El italiano Silvio Berlusconi, ex primer ministro de su país y magnate de los medios de comunicación, quiere seguir manteniendo poder en el Milan como presidente de honor pese a que vendió el club de fútbol. «Los chinos insisten en que siga de presidente. Pero quedarme de presidente en una institución que pertenece a otros era algo que no podía contemplar», ha afirmado el dirigente.
«Tengo que tener la posibilidad de intervenir», añadió Berlusconi, que puso como ejemplo la posibilidad de participar en la decisión de compras y ventas de jugadores. «Si se acepta eso, podría aceptar la presidencia de honor», explicó el empresario italiano, que aseguró que otro requisito que pondría sería la permanencia del director general, Adriano Galliani, su hombre de confianza durante años. La venta del tradicional club milanés a inversores chinos debería completarse el 13 de diciembre.
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