Estar a la altura de las expectativas que los demás tienen de nosotros es una tarea realmente difícil. E incluso, puede llegar a convertirse en un tormento en determinadas situaciones. Los futbolistas quizás sean uno de los gremios que más sufran este problema, debido a la repercusión de su profesión. O si no, preguntémosle a Karim Benzema.
Desde su llegada al Real Madrid, el francés parece no terminar de convencer a la afición y, en muchas ocasiones, a sus entrenadores. Cada vez que una nueva temporada se abre camino, Benzema tiene que hacer frente a un sinfín de dudas y cuestiones que se ceban sobre su figura: ¿es realmente el delantero que necesita el Madrid?, ¿por qué no fichar a otro futbolista que le discuta el puesto?, y un largo etc.
Lo cierto es que durante su etapa en Lyon, Karim se destapó como uno de los mejores delanteros, y con mayor futuro, del viejo continente. Sus goles y grandes actuaciones fueron el principal aval de su llegada al Bernabéu, aunque existe otra corriente que cree que fue otro capricho más de Florentino. Ambas posturas son totalmente respetables. Pero sea por lo que sea, el jugador no acaba de cumplir con todo aquello que se le exige en Chamartín.
No se puede poner en duda la calidad que atesora el futbolista. Su talento y técnica depurada son muy escasos en otros compañeros que. Esto convierte a Benzema en un delantero diferente a lo que estamos acostumbrados a ver. No es el típico jugador de área o el clásico rematador, sino que en su estilo de juego el balón goza de un protagonismo que se prolonga más allá del remate final. De sobra es conocida su capacidad de asociación y de participación en la elaboración de las jugadas ofensivas, más propia de alguien que porta el número 10 a la espalda, lo que nos conduce a pensar en la posibilidad de que su posición actual sobre el terreno de juego no sea la más idónea.
Hasta ahora, ningún técnico se ha decidido a alejarle de la punta de ataque. No le ha dejado otra opción que no sea la de partir como el hombre más adelantado. Puede que el día que esto ocurra, Karim Benzema sí brille, sí agrade, sí cumpla con las expectativas. A día de hoy, esto se antoja imposible, por lo que Benzema seguirá actuando como un verdadero “falso 9”.
