La reciente tragedia de Chapecoense quedó para siempre en la memoria de todos los aficionados al fútbol, pero más aún en la de aquellos deportistas que se ven obligados a tomar este medio de transporte de manera frecuente.
La plantilla de Club Atlético Belgrano subió al avión que debía llevarles a Chile para disputar la pretemporada, pero en los minutos previos al despegue, las luces y los motores del avión se apagaron en dos ocasiones. Después de que la compañía anunciara que el fallo eléctrico ya estaba solucionado, tanto los futbolistas como el cuerpo técnico decidieron bajar del avión y quedarse en tierra.
Comunicado de Belgrano:
«Trascurrido un tiempo prolongado en pista, sin dar mayores explicaciones, la compañía área anunció un desperfecto. Luego, que el mismo estaba solucionado y que el vuelo comercial se iba a realizar. En ese momento los pasajeros, entre ellos nuestra delegación, se encontraban en un marco de desconcierto ante la situación vivida en la aeronave. De parte de la dirigencia del Club, se decidió descender y que la delegación se quede en Córdoba, para garantizar la integridad física y psicológica de nuestros jugadores, cuerpo técnico y empleados»