El FC Barcelona está muy cerca de lograr la que sería su vigesimoséptima liga española. Con la victoria del pasado domingo en el clásico, los de Xavi dejaron casi sentenciada la competición doméstica al llevar doce puntos de ventaja con respecto al segundo clasificado.
Gran parte del éxito que ha permitido al conjunto blaugrana obtener tal superioridad, ha sido el excelente rendimiento defensivo que ha mostrado el equipo colectivamente. Los azulgranas han mejorado de forma significativa su efectividad durante la fase defensiva en comparación con anteriores temporadas. Un claro dato que refleja el progreso, es el número de goles encajados.
El presente curso solo han recibido hasta el momento 9 tantos en Liga, promediando 0,4 por partido. En cambio, la pasada temporada por estas fechas el conjunto azulgrana llevaba un total de 27.
Además, no solo han mejorado en el aspecto estadístico, sino también en el ‘cómo’ defender. Los culés han mostrado poseer más variedad de registros en la forma de protegerse sin balón. A diferencia de otros años donde los blaugranas se defendían mediante presiones altas en campo contrario. Este presente curso también han mostrado saber defenderse a través de un bloque bajo y cercano a su propia área.
Otro aspecto a destacar, es el impacto de las incorporaciones. A pesar de que muchos de los futbolistas eran nuevos dentro de la entidad azulgrana, todos ellos han congeniado de forma brillante. Gracias a ello han conseguido generar una constelación que está permitiendo al FC Barcelona obtener los resultados establecidos a principio de temporada.
Además del excelente rendimiento colectivo, el rédito individual de jugadores como; Marc-André ter Stegen, Ronald Araújo, Jules Koundé, Andreas Christensen, o Alejandro Balde ha sido excelente. Todos ellos son perfiles de defensores distintos. Sin embargo, la compenetración y adaptabilidad mostrada ha sido fantástica. Potenciando virtudes, y ocultando posibles carencias de sus compañeros al mismo tiempo.
Asimismo, en comparación con errores pasados en la confección de la plantilla, los defensores azulgranas encajan con el perfil de jugadores que potencian la idea de juego blaugrana. Todos ellos poseen características únicas como una gran velocidad de desplazamiento, capacidad esencial para la defensa adelantada. La habilidad técnica es brillante, aspecto clave que potencia la salida de balón desde atrás, entre otras muchas cualidades.
Otro aspecto a destacar y que a su vez es vital en la construcción de un nuevo proyecto como el culé, es la capacidad que han mostrado todos ellos para convertirse en líderes dentro del equipo. Desde Marc-André ter Stegen en la portería, a Ronald Araújo a través de su carácter charrúa, hasta Alejandro Balde desde su sentimiento de pertinencia al club.
En conclusión, Xavi parece haber conseguido encontrar el equilibrio colectivo durante las cuatro fases del juego. El técnico catalán ha construido el equipo a partir de una base sólida defensiva, sin perder la identidad ofensiva tan característica del club azulgrana.
Foto de cabecera: Getty Images
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