Tan solo diez minutos después de conquistar su séptima liga tras endosar un 5-0 al Real Madrid en un Johan Cruyff a rebosar, el FC Barcelona compartió en redes sociales un mensaje de lo más llamativo. Decía así:
“Este triunfo no es solo nuestro. Es de todas. Tan importante es que alcemos títulos como que lo alcen nuestras rivales. Celebremos las victorias, porque gracias a la lucha de cada una, las cámaras nos enfocan y las entradas vuelan. Y aunque los estadios, colores y escudos nos separen, nos une algo mucho más grande”.
Es toda una declaración de intenciones. Acordarse de la importancia que supone para el fútbol femenino español todo lo que ha rodeado este título antes que cualquier vídeo, montaje fotográfico o dato abrumador. Mucho han cambiado las cosas desde la única vez que el equipo azulgrana había tenido la oportunidad de celebrar un título frente a su afición. Fue en la primera de todas, en 2012, en el partido que le enfrentó al Sporting de Huelva en la Ciudad Deportiva Joan Gamper y que acabó 1-0 con un gol de Marta Corredera. Pocos podían imaginar que, una década después, el Barça ganaría la séptima en un estadio lleno (todo vendido desde la semana anterior), con casi 6.000 personas vibrando con un ¡5-0! frente al eterno rival del club, un Real Madrid que por aquella época no tenía visos de aparecer.
Quizá nadie podía imaginar que el Barça acabaría ganando la Champions endosando un 4-0 al Chelsea en la final, que conseguiría un pleno de victorias histórico para ganar la Liga a mitad de marzo, o que sus cifras goleadoras provocarían terror a sus rivales, hasta el punto de considerar como positiva una derrota por 3-0. Sin embargo, lo más importante para el FC Barcelona (y por eso lo ha decidido destacar por encima de otras cosas) es el hecho de que un equipo de fútbol femenino ha despertado un interés real. Es de verdad. El tirón mediático que ha provocado queda reflejado en las gradas, en redes sociales, en la inversión de grandes marcas, en los medios de comunicación, en las niñas que suspiran por ser como Alexia Putellas, Aitana Bonmatí o Jenni Hermoso. Es de locos que dos meses y medio antes del Barcelona-Real Madrid de Champions el club haya colgado el cartel de “no hay billetes” en el Camp Nou, el estadio de mayor capacidad de Europa.
Así que sí. Como dice el Barça, este éxito es de todas. Porque han mostrado el camino a seguir. Dieron el primer paso en serio hacia la profesionalización, han sido capaces de ser la única sección rentable del club (gracias a sus acuerdos de patrocinio), han apostado firmemente por la cantera y la captación de jóvenes con proyección elevada, aprendieron de sus errores y establecieron una política de fichajes donde prevalece el exitoso producto nacional acompañado de talento extranjero de primer nivel. Es el éxito de la Selección española, que goza prácticamente de su estructura (y gracias a ella es seria candidata a la Eurocopa). Es el éxito del Real Madrid, que si sigue trabajando como lo está haciendo algún día puede llegar a alcanzar estos logros. Es el éxito de una Primera Iberdrola cada vez más atractiva: es la liga en la que juega el mejor equipo del mundo y la actual Balón de Oro. Es el éxito de toda aquella que sueña con dedicarse a jugar al fútbol y vivir de ello. La lucha por el convenio colectivo y ahora por la primera liga femenina profesional habría sido imposible sin el FC Barcelona y cómo ha llevado al #futfem a otra dimensión. Que este nuevo triunfo sirva para darles foco. A ellas y a todas.
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Imagen de cabecera: @FCBfemeni
